Analizando la racha perdedora de las Avispas
Aunque restan 27 partidos para que termine la temporada regular, las Avispas necesitan volver a su máximo nivel de juego.
Cuando comenzó la gira el martes pasado, el mánager de las Avispas de Santiago de Cuba, Eriberto Rosales, podía predecir algunas situaciones complicadas para enfrentar una semana de tres partidos ante Industriales y dos contra la Isla.
Sin Carlos Font disponible, crecían las incógnitas sobre a quién utilizarían como quinto abridor, o si el equipo mantendría la rotación con cuatro lanzadores. Tras una barrida de dos victorias frente a los Cocodrilos de Matanzas, las Avispas terminaron una de las peores semanas en esta 61 Serie Nacional del béisbol cubano. Perdieron con marcadores de 9-6, 12-5 y 9-8 ante Industriales, quedando al campo el pasado jueves por un sensacional jonrón del torpedero Sandy Menocal, y este fin de semana anotaron sólo dos carreras frente al pitcheo de la Isla.
Los reveses por 12-1 y 7-1 completaron una terrible semana de 0-5, pero aún las Avispas conservan un balance ganador de 25-23, aunque cayeron al séptimo puesto de la tabla de posiciones. Mientras el team santiaguero regresa a casa para enfrentar tres subseries claves ante Matanzas, Mayabeque y Ciego de Ávila, he aquí tres puntos de inflexión que despertaron alarmas en las cinco derrotas consecutivas de las Avispas:
Las deficiencias defensivas están creando grandes problemas
Santiago de Cuba registró línea ofensiva de sólo .225/.310/.338 (AVG/OBP/SLG) y promedió 4.2 carreras por partido durante esta semana. Esos resultados están bastante lejos de los números acumulados en toda la temporada, 6.2 carreras por partido y .281/.379/.420. Sin embargo, no hubo nada peor que el deficiente trabajo defensivo de las Avispas.
En cinco juegos, Santiago de Cuba cometió 11 errores—más que sus 10 extrabases—, y fildearon para .936. El 73% de esas pifias fueron de los jugadores del infield, incluyendo a los lanzadores, una del cácher Harold Vázquez y dos de los outfielders. Probablemente ahora recuerdes tres de las que más influyeron en las derrotas:
1) El inofensivo fly que perdió Santiago Torres, un potencial out 26 el jueves pasado antes de que Sandy Menocal aplastara la bola rápida del cerrador, Luis Fonseca, y produjera el walk-off jonrón que definió el juego.
2) Otro elevado perdido a lo corto del rightfield, que Francisco Martínez no pudo atrapar. La bola bateada por Ariel Echevarría terminó pegándole a Martínez en su mano izquierda, cayó al terreno y se llenaron las bases en el final del cuarto inning. Luego, Alberto Bisset ponchó a Sandy Menocal, y ese habría sido el último out, pero la imprecisión de Martínez abrió una puerta para que Alberto Calderón entrara al plato. Y bueno, ya sabes, Calderón conectó un doble limpia bases, que derivó en tres carreras inmerecidas.
3) Los dos errores consecutivos del torpedero Marcos Fonseca en el final del tercer episodio durante el martes pasado. La entrada comenzó con un elevado al left de Walter Abreu, para entregar el primer out. Y luego vinieron las dos pifias de Fonseca, quien registra un deficiente promedio de fildeo de .946 (con 11 errores en 203 lances). No tenemos ninguna estadística que nos reafirme cuánta concentración pierden los lanzadores después de ver cómo se desperdician batazos de rutina, pero a Danny Betancourt le sucedió esto después de los errores: admitió par de hits, tiró un wild pitch, un boleto y par de pelotazos.
¿Resultado final? Inning de cuatro carreras inmerecidas para el campeón Olímpico de Atenas 2004. Tras salir con apenas 3 ⅔ IP de labor, Danny admitió siete carreras, tres de ellas limpias, y Santiago de Cuba perdió 9-6, cuando habría ganado 5-4 sin dos de las tres imprecisiones defensivas que cometieron.
Por cierto, aún creo que el disparo al plato de Guibert en esa propia entrada, fue lo suficientemente bueno y con tiempo para que el cátcher Harold Vázquez hubiera manipulado mejor la bola y tocar a Yasiel Santoya, pero tampoco pudo ser. Sí, fueron par de innings terribles, donde la defensa de Santiago se desvaneció.
Sin embargo, ahí no queda todo lo peor. Al final de la semana, las Avispas permitieron 12 carreras sucias por 11 pifias, un saldo bastante costoso. Los cácheres pudieron capturar a un solo corredor en seis intentos, lo cual desprotegió totalmente la poca eficiencia que pudieron eslabonar los lanzadores.
Aún creo que las Avispas tiene un cuerpo defensivo capaz de concentrarse mejor, pero a menudo parece como si varios jugadores se afectaran defensivamente tras sus fallos en la caja de bateo. Si estos problemas no mejoran, entonces la ofensiva tendrá que proteger el trabajo del pitcheo con creces.
La rotación de abridores y el bullpen están colapsando
Las averías del staff santiaguero han comenzado a ser preocupantes. En esta semana donde terminaron con marca de 0-5, el pitcheo abridor registró 7.65 PCL, y el bullpen 9.82. ¿Promedios demasiado altos, verdad? Pero he aquí una razón aún más preocupante: en marzo, el bullpen de Santiago de Cuba terminó en el 15to puesto en efectividad (7.52), y el cuerpo de abridores en el 13ro (6.04).
De forma individual, los abridores santiagueros promediaron 4.0 innings por apertura en esta semana, y terminaron con marca de 0-4: Alberto Bisset (0-1), Danny Betancourt (0-2), y Pedro Agüero (0-1). Por su parte, el bullpen fue otra debacle, admitiendo 2.56 WHIP, .386 de promedio y 14 carreras en apenas 5 ⅔ innings acumulados en la primera entrada del relevo.
Aunque Fonseca soportó el jonrón decisivo de Menocal, es justo señalar que ha sido el relevista más dominante del mánager Eriberto Rosales, y al menos durante esta racha perdedora, también se han unido los diestros Wilber Reyna y Yosmel Garcés, pero tres brazos no son suficientes. Veremos qué sucede en este regreso a casa.
Francisco Martínez y Yoelquis Guibert han estado prácticamente solos
Hablando de producción, ya sabes que no fue la mejor semana para la ofensiva de las Avispas, pero no todo está perdido. Rosales tiene a su disposición un lineup que ha demostrado contar con bateadores oportunos, que combinan disciplina en el plato y velocidad. De hecho, Francisco Martínez y Yoelquis Guibert no fueron fáciles de dominar durante toda la semana. Ambos, se combinaron para conectar un tercio de los hits de Santiago de Cuba (12 de 36), la mitad de los extrabases (5 de 10) y los boletos (9 de 18).
Sin embargo, en la mayoría de las oportunidades que entraron en bases—Guibert promedió .455 OBP y Martínez .500—, el resto de los bateadores no pudo explotar las oportunidades. Adriel Labrada se fue de 10-0 con corredores en posición de anotar, y Rudens Sánchez dejó a 8 de 11 esperando remolques.
En resumen, ese fue el gran problema del lineup de las Avispas: no pudieron impulsar a los pocos corredores que embasaron, y sin producir carreras se hizo imposible ganar con otras averías en el pitcheo y la defensa.
Aunque restan 27 partidos para que termine la temporada regular, las Avispas necesitan volver a su máximo nivel de juego, sobre todo para enfrentar a partir de este martes a los Cocodrilos de Matanzas.
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