El desafío de enfrentar a los mejores bateadores de la liga buscando los outs decisivos del juego y dominar el escenario del béisbol en cada salida ha sido un proceso difícil de superar incluso para los cerradores más exitosos de las Grandes Ligas. Sin embargo, desde que asumió la responsabilidad de preservar las ventajas decisivas, el cubano Raisel Iglesias ha sido uno de los cerradores más eficientes del juego.
Como taponero de los Bravos de Atlanta (88-45), hasta ahora el equipo más consistente de las Grandes Ligas en esta temporada regular, en la mayoría de las noches para Iglesias suelen desatarse guiones donde emergen eventos situacionales desafiantes. El jueves por la noche derivó en uno de esos momentos durante la novena entrada contra los Dodgers de los Ángeles en Dodger Stadium. Los Bravos, quienes habían cerrado la quinta entrada ganando por 7-1, estaban a tres outs de la victoria, pero con una carrera de diferencia, 8-7.
Reemplazando a Pierce Johnson, en otro desafío sin límites, Raisel Iglesias subió al montículo para enfrentar a una de las tandas más acechantes a día de hoy: el leadoff Mookie Betts, uno de los principales candidatos al MVP de la Liga Nacional, seguido del ex Bravo Freddie Freeman, quien figura entre los bateadores más consistentes de su generación, y Will Smith.
¡Qué trío de swings a batir! Al combinar el impacto ofensivo que cada uno de ellos ha aportado para los Dodgers este año, los resultados eran hilarantes: han producido el 39% de las carreras anotadas (294 de 754) y los extra bases (190 de 486) del equipo, el 38% de los jonrones (80 de 212), el 35% de las carreras impulsadas (253 de 731) y las bases robadas (29 de 83).
Sí, parece absurda tanta contribución entre solo tres bateadores, pero el duelo de Iglesias era real.
Para cualquier lanzador de Grandes Ligas, salir ileso y mantener la ventaja de una carrera contra esa tanda de bateadores de élite no debería resaltarse como un “juego salvado” común, y nuevamente el cubano Raisel Iglesias superó el reto: Betts, quien había producido de 3-2 con sus jonrones 37 y 38 de la temporada para llegar a 98 RBI, entregó un elevado al guante de Ronald Acuña Jr. en el rightfield. Luego, Freeman caminó en un turno donde Raisel lanzó cinco pitcheos hacia la esquina baja-exterior, dos sinkers para abrir conteo, y tres changeups fuera de la zona de strike en cuenta de 1-1.
Las probabilidades de anotar carrera incrementaron en un 32.6% para los Dodgers cuando Will Smith aplastó una sinker de 95.1 mph al centro y golpeó un sencillo de rolling que cinceló la grama del Dodger Stadium a 103.6 mph en la velocidad de salida rumbo al leftfield. Como era predecible, la tanda del terror fue difícil de atravesar para Iglesias: con un out, los Dodgers colocaban la posible carrera del empate y la ventaja en bases.
Por supuesto, el peligro aún era latente: detrás de Will Smith, exhibiendo sus 32 HR y 90 RBI como principales números periféricos, Max Muncy subió al plato. Y ese probablemente fue el matchup más emocionante de la noche. Aunque dos de los tres anteriores matchups resultaron favorables para los Dodgers, creo que Iglesias fue audaz en su estrategia. La slider y el changeup han sido sus dos principales armas de exterminio en esta campaña —sobre todo en dos strikes—, y Betts sobresalía como el bateador más consistente de los Dodgers contra sliders, produciendo .710 slugging, mientras Freeman crujía los changeups con .435 de promedio en 70 apariciones al plato.
Esas fueron dos de las principales razones por las que se sintió como si Iglesias hubiese retado más a Smith, tras ser cuidadoso en sus comandos contra el dúo Betts-Freeman, y preparar los mejores pitcheos ante Muncy, quien cedió en cuenta de 3-1 un elevado de 323 pies hacia el rightfield.
Al final, el reto contra Muncy fue el turno clave del noveno inning, y luego, con dos outs, Iglesias necesitó sólo tres pitcheos para ponchar a Enrique Hernández.
¡Slider y, strikeout! ¡Ganaron los Bravos de Atlanta por 8-7!
Fin de la historia.
Dominio total: ¡Y van 17!
Con su 27mo salvamento de la temporada, así terminó el mes de agosto para el cubano Raisel Iglesias, quien cerró registrando siete rescates en 13 relevos y, lo más sensacional: no permitió carreras en 13 entradas donde ponchó a 17 oponentes, entregó apenas cuatro boletos y admitió siete hits, seis de ellos sencillos. Tras dejar a sus oponentes en un deficiente .402 OPS, la actuación casi perfecta de Iglesias extendió una racha aún más significativa: comenzará el último mes de la temporada regular con 17 relevos consecutivos sin permitir carreras, ¡el segundo récord para relevistas cubanos en la historia de las Grandes Ligas!
He aquí las principales rachas de relevistas cubanos con más juegos relevados registrando al menos una entrada sin permitir carreras:
1. Aroldis Chapman, CIN: 18 (15/9/2011 - 12/5/2012)
2. Raisel Iglesias, ATL: 17 (20/7/2023 - 31/8/2023)
3. Aroldis Chapman, CIN: 17 (10/9/2014 - 24/4/2015)
4. Aroldis Chapman, CIN: 15 (19/7/2012 - 17/8/2012
5. Aroldis Chapman, NYY: 14 (18/9/2020 - 5/5/2021
Si recuerdas, aquella etapa entre 2011 y 2012 cuando Chapman comenzaba su carrera con los Reds de Cincinnati, aún no era cerrador. Catorce de sus 18 relevos durante esa magistral racha de ceros colgados fueron ingresando al juego antes de la novena entrada, y nunca en situación de salvar. Pero la función de Raisel para los Bravos de Atlanta suele ser más exigente, enfrentándose a situaciones de presión donde el más mínimo desliz podría ser fatal.
Así que, cada salvamento como el de anoche contra los Dodgers, más allá de las marcas personales, merece una gran ovación cuando deriva en un éxito de los Bravos de Atlanta. De eso se trata el juego: asumir el reto y buscar la victoria en cada desafío sin límites.