En el momento decisivo: Los Red Sox vuelven a mostrar la superioridad sobre los Yankees
Los Red Sox eliminaron a los Yankees, y avanzan a la ALDS.
Nathan Eovaldi mantuvo la mirada fija mientras la pelota viajaba en la oscuridad de la noche.
El mundo y miles de eufóricas gargantas parecían detenerse en Fenway Park, al menos por milésimas de segundos.
Giancarlo Stanton, con otro giro salvaje de muñecas, tenía la certeza de que había golpeado lo suficientemente bien como para enviar la pelota por encima del “Monstruo Verde” de Fenway Park. Sin embargo, lo que habría sido un jonrón solitario para abrir el marcador 1-0 a favor de los Yankees, se convirtió en simplemente un sencillo.
“Sentí que dejé el slider un poco hacia arriba y con su poder no se sabe si la pelota se va a ir o no”, le dijo Eovaldi a Fox Sport cuando terminó su apertura en el inicio del sexto capítulo. “Sentí que inicialmente estaba fuera de lugar, pero con el porche corto allí y la altura que tenía, pensé que había desaparecido inicialmente”.
Fue solo un sencillo. Eso. Un sencillo. Y, luego, Eovaldi cruzó a Joey Gallo con un splitter devorador de 89 mph, que provocó el cabeceo y la sentencia del umpire de tercera base. Fin de la primera entrada: Cero carreras, un hit, un corredor quedó en circulación. Hubo un flyball enorme que parecía un jonrón, pero los Yankees no pudieron pisar el plato.
Desde ese primer episodio en adelante, la historia del juego de Comodines de la Liga Americana de alguna manera parecía revelar parte del dominio que ejercieron los implacables Red Sox de la primera mitad de la temporada regular contra los Yankees: Uno, otro. Y otro golpe que sacudía el marcador. Apertura sólida del abridor, y un trabajo exquisito de un bullpen a la sombra de algunas dudas.
Los swings de jonrón de los Yankees apagados ante el bullicio en Fenway Park y uno de los principales ases del béisbol intentando absorber un poco de aire para cruzar su segundo enfrentamiento contra el lineup.
Así comenzó a rodar la historia de octubre—y no sabemos realmente hasta dónde llegará—de estos sorprendentes Red Sox dirigidos por Alex Cora, sepultando a sus archirrivales, los Yankees de New York, con un éxito por 6-2, durante la noche de este martes en el juego de Comodines de la Liga Americana.
Nathan Eovaldi rompió su marca de 2-2 contra los Yankees en 2021, y se dirigió a hacer historia con 5 ¹/₃ innings dominantes y ocho strikeouts. En cambio, Cole fue explotado con sólo 50 pitcheos, mientras veía elevar su ERA hasta 5.62 contra los Red Sox este año.
La única carrera que los Yankees le anotaron a Eovaldi, llegó en el inicio del sexto por un jonrón solitario de Anthony Rizzo. Luego, un sencillo por el infield de Aaron Judge provocó una decisión de acudir al bolígrafo que parecía precipitada, pero Alex Cora estaba feliz con la entrega de esos cinco innings dominantes de Eovaldi.
Ryan Brasier fue el primer relevista de Cora, justo en el momento donde se produjo la jugada que probablemente haya marcado la decisión del partido. Con “El Juez” corriendo en primera, Stanton volvió a disparar un bombazo contra el Monstruo Verde, y mientras Kiké Hernández intentaba aceptar el rebote, el coach de tercera de los Yankees, Phil Nevin, envió al plato a Judge. Ciertamente, las probabilidades de que El Juez anotara eran mínimas, y entonces sucedió lo peor para los Yankees: Judge fue sentenciado en el plato, con un tiro perfecto de Xander Bogaerts.
Cuando apuntamos el clásico 8-6-2, a los Yankees se les escapaba una gran oportunidad de acercarse en el juego.
Dos outs.
Sí, en lugar de aprovechar las oportunidades de un out y corredores en primera y tercera, el terrible desliz de Judge provocó que el cuerpo defensivo de los Red Sox mostrara su grandeza. Kiké Hernández controló el impacto de la pelota, le entregó un tiro perfecto a Bogaerts y el resto era lo más cercano a la réplica de un strike.
“Jugamos a la defensiva”, dijo el manager de los Red Sox, Alex Cora. “Cuando jugamos a la defensiva, somos buenos”.
Pocos minutos después, el envío de Nevin al plato fue recordado con aún más pesar por los Yankees: Alex Verdugo sacudió un doble remolcador que puso el juego 4-1 en el final del sexto inning. Durante todo el juego, la parte alta del lineup de los Red Sox hizo el trabajo ofensivo que se esperaba. Bogaerts erosionó el tambaleante inicio de Cole, con un jonronazo de dos carreras a lo profundo del centerfield. Devers entendió que no le querían lanzar.
Dos innings más tarde, Kyle Schwarber aplastó una bola rápida alta de Cole y conectó un jonrón de 435-ft por el rightfield, su primero contra los Yankees vistiendo el traje de Boston. Y, finalmente, después de la ventaja por 4-1, Alex Verdugo rompió los corazones de la fanaticada yanquista cuando sonó un sencillo que remolcó par de carreras con las bases llenas en el final del séptimo capítulo.
El bullpen de los Red Sox hizo un trabajo sobresaliente. Garrett Whitlock permitió un jonrón solitario de Stanton por el rightfield, su tercer hit de la noche en cuatro veces al bate, pero sólo para poner el score 6-2. ¿El resto del lineup de los Yankees?: Batearon de 28-3, con 10 strikeouts.
Los Yankees fueron totalmente limitados. Los 11 ponches sin bases por bolas del pitcheo de los Red Sox lo demuestran. Pero lo peor fue que, la tanda del cuarto al noveno bate ubicada por Boone, cerró de 20-1, sumergida en ocho strikeouts.
Pobre ofensiva y Cole sin poder estabilizarse, el escenario fue ampliamente dominado por los Red Sox, quienes combinaron su pitcheo para sacar a todos los bateadores que abrieron inning por los Yankees.
Cole no pudo avanzar ni siquiera lo ‘suficiente’, arrojando un promedio de más de cuatro pitcheos (4.1): Dos entradas y 12 bateadores. En el escenario decisivo para los Yankees, terminó exponiendo sus problemas contra los bateadores zurdos—le promedian un jonrón cada 22.1 veces al bate—y la presión que no pudo superar en Fenway Park, donde terminó admitiendo nueve jonrones en 18 innings.
“Supongo que no tengo una razón para ello”, dijo Cole. “No sé si eso es necesariamente lo que diría que es un problema, pero cuando todo está dicho y hecho, no había ni un lanzamiento”.
Lo que sigue para los Red Sox no es un territorio inexplorado, así que pronto veremos qué sucederá cuando enfrenten a los campeones de su División en el Este de la Liga Americana, los poderosos Rays de Tampa Bay.
“Probablemente al entrar en la temporada, todo el mundo hablaba de que eran el mejor equipo de las grandes ligas”, dijo Cora. “Tenemos un gran desafío, pero estamos preparados”.
Y, ya sabes: Los Red Sox tienen vida, están de vuelta y aún pueden competir.
¡Bienvenidos a octubre!
(Foto: Red Sox)