I Juegos Panamericanos Junior: Bronce y honor
Después de perder el pase a discutir el título, Cuba resurgió ante Venezuela y se llevó la medalla de bronce del torneo.
No todos los equipos pueden levantarse de una paliza como la que recibió Cuba anoche en el estadio Edgar Rentería en Barranquilla, Colombia.
Sin embargo, contra todo pronóstico—e incluso desafiando las ínfimas probabilidades de producir—, el team Cuba se creció y venció este jueves 9-1 a Venezuela en la discusión por la medalla de Bronce en estos I Juegos Panamericanos Junior, Cali-Valle.
El abridor por la “Vinotinto”, Frank de Jesús López, soportó dos hits y las primeras dos carreras, pero los relevistas Carlos Nevada (4) y Carlos Valero (3) permitieron las siete restantes en el interminable cuarto capítulo.
La ofensiva, el punto más crítico del team Cuba, sobrevivió y con creces incluso sin la producción de su principal bateador, el inicialista Pedro Revilla. Carlos Rodríguez abrió el marcador con rodado al infield y Cuba salió delante en el inicio del tercer inning. Al capítulo siguiente, llegó la temprana decisión para los dirigidos por el manager espirituano Eriel Sánchez.
Los cambios en el lineup lograron el efecto esperado, con más producción:
-El torpedero tunero Carlos Rodríguez, insertado como segundo bate, se fue de 4-0 pero remolcó par de carreras.
-Guillermo García aplastó par de lanzamientos y uno de sus swings salvajes sentenció el rally de ocho carreras en el cuarto con un jonrón a lo profundo del rightfield.
-Ariel Pestano Jr., quien no había recibido oportunidades ofensivas, produjo más hits que Andrys Pérez y Yoan Rojas en el torneo: Bateó de 4-2 e inspiró al lineup desde la tanda baja con un remolque y par de anotadas.
-Tony Guerra bateó de 2-1 y también anotó una carrera.
De los titulares, el leadoff Roberto Álvarez se embasó par de veces por boletos. Alejandro Escobar (cuarto) y Adrián Rivera (quinto) se combinaron para cuatro producidas (tres remolcadas y una anotada) y Juan Carlos López (séptimo) volvió a hacer gala de su velocidad con par de imparables en cuatro veces al bate.
Con más carreras en un inning (ocho) que las anotadas durante la fase regular del evento, el complemento pitcheo-defensa de Cuba trabajó a gran altura. El talentoso zurdo Naykel Yoel Cruz, se paseó por el estadio Edgar Rentería como si estuviera escuchando la conga yumurina en el Victoria de Girón. Naykel consiguió siete de sus 15 outs por la vía del ponche—cuatro de ellos consecutivos entre el tercero y cuarto capítulos—, y cerró su dominante actuación en el torneo con 18 strikeouts en 11 ⅔ innings sin admitir carreras.
El dúo de diestros Marlon Vega y José Eduardo Santos se encargaron de sacar los últimos seis outs y, aunque Venezuela rompió la blanqueada con un hit impulsor del tercer bate Juan Fernández en el final del séptimo, el pitcheo cubano completó otra excelente faena.
Exactamente dos meses después de haber perdido el juego (5-3) por la medalla de bronce ante Colombia, el team Cuba resurgió a tiempo para entrar en el podio de esta primera edición de los Juegos Panamericanos Junior, que habían sido pospuestos debido al azote de la COVID-19 el año pasado.
Teniendo en cuenta el poco tiempo de preparación con peloteros que prácticamente no han podido jugar durante todo el año y considerables bajas por diversas razones, obtener el bronce en un torneo donde otros equipos sobresalían como favoritos ha sido un admirable resultado.
El pitcheo y la defensa del equipo cubano volvieron a destacarse como las principales fortalezas. Y, como vimos durante los cinco partidos de Cuba, la ofensiva fue limitada ante un nivel de pitcheo con más exigencia. Esa no era una noticia alarmante, en gran medida cuando sabes que pocos de los peloteros cubanos en este equipo jugaban como titulares en sus respectivas selecciones de la Serie Nacional. De hecho, esto es lo que promediaban las líneas históricas de todos los bateadores del team Cuba durante sus experiencias en Series Nacionales: .245/.349/.348 (.697 OPS).
Con ese bajo pedigrí y asumiendo que varios de estos peloteros están en pleno desarrollo y necesitan más juegos a nivel internacional, sólo quedaba esperar por los ajustes que pudieran hacer. Y, al final, lo más importante para Cuba fue que al menos en la discusión por el bronce la ofensiva funcionó, propinándoles otra derrota a Venezuela, los actuales campeones Mundiales del Sub-23.
Fue un buen resultado para el béisbol cubano, en un año plagado de retos no sólo en el deporte, sino también en la vida. ¡Felicidades al equipo por la entrega y este honorable resultado!
(Foto: WBSC)