La irreparable pérdida de un amigo: Descansa en paz, Tony…
Por Yirsandy Rodríguez
Nos conocimos en 2004, pero no nos vimos más hasta 2006, cuando regresó al béisbol como Anotador Oficial en La Habana después de dos años desligado de su deporte favorito. Desde ese primer encuentro, comenzamos a estrechar una gran amistad que luego derivó en una dupla similar a la de padre e hijo, irrompible por siempre.
Antonio o …