“¡Esto se acaba aquí!”, coreaba desde el primer inning la afición tunera que se adueñó del graderío este viernes en el estadio Latinoamericano con total convicción de que vivirían un día para el recuerdo en el béisbol cubano. Y así fue: exactamente 101 minutos después, ¡los Leñadores de Las Tunas se coronaron campeones de la 62 Serie Nacional del béisbol cubano!
Tras poner la serie 3-0, el éxito por 6-1 este viernes en el Juego 4 completó la barrida de los Leñadores, quienes conquistaron su segunda corona, trascendiendo además como el séptimo equipo que termina invicto con marca de 4-0 en una final. A su vez, Abeisy Pantoja también ingresó en una honorable lista entre los 13 managers que han debutado ganando el título nacional en el béisbol cubano.
Luego del primer tercio de esta campaña, la consistencia de los Leñadores de Las Tunas fue inigualable:
-Lideraron la temporada regular con marca de 45-29, para un excelente promedio de victorias de .608.
-Barrieron por 4-0 a los Tigres de Ciego de Ávila en Cuartos de Final.
-Se desquitaron sus tres eliminaciones consecutivas contra los Cocodrilos de Matanzas, venciéndolos por 4-2.
-Y, finalmente, arrasaron 4-0 con los Leones de la Capital, completando una barrida histórica para el recuerdo.
-¡Ganaron 12 de sus 14 partidos en esta postemporada!
¿Resultado final este año?: ¡marca de 57-31 en 88 juegos!, lo cual deriva en un impresionante promedio de victorias del 65%.
Aunque los Industriales sufrieron las pérdidas de Yasmany Tomás y Ariel Hechevarría (en el Juego 1), la superioridad de los Leñadores fue impactante: contaron con una ofensiva demoledora que encontró éxito incluso desafiando el pobre bote de la pelota Teammate, una brillante defensa y el staff de lanzadores más dominante de estos playoffs.
En general, los dirigidos por Abeisy Pantoja necesitaron apenas siete brazos para neutralizar a cada uno de sus rivales durante esta postemporada, pero hubo cuatro ases indiscutibles que se combinaron para liderar el staff:
-El indiscutible MVP de los Leñadores en esta postemporada, Keniel Ferráz, implantó récord nacional en playoffs con marca de 6-0, y en la Final aseguró dos victorias, registrando increíble efectividad de 0.66 y 0.88 WHIP en 27 ¹/₃ innings.
-Alejandro Meneses, el titular de la rotación, quien cerró con marca de 3-0 en cinco aperturas. También exhibió milimétrica efectividad de 0.66 y, escucha esto: ¡0.77 WHIP en 27 ¹/₃ innings! — ¡el tercer mejor WHIP de cualquier lanzador con al menos 25 entradas lanzadas en la historia de los playoffs!
-Rodolfo Díaz que, a pesar de terminar con marca de 2-2 (cargó con las dos derrotas del equipo), lanzó 27 ⅔ innings y fijó 1.30 de efectividad con 10 ponches y un solo boleto.
-El cerrador Alberto Pablo Civil, quien igualó el récord en salvamentos (4) para playoffs, empatando con su ex compañero Yoalkis Cruz (2019), Yolexis Ulacia (2010) y José Ángel García (2005).
Todos fueron letales contra los Industriales, aunque no podemos dejar de dar crédito al movimiento audaz de Pantoja y su cuerpo de dirección, quienes trazaron cada estrategia de forma magistral:
-Meneses: 1-0 (ganó el Juego 4 con cinco entradas sin admitir carrera), 0.96 ERA en 9 ¹/₃ innings, 0.96 WHIP, .181 BA/oponentes
-Ferráz: 2-0, 0.00 ERA en 8.0 innings, 0.96 WHIP, .143 BA/oponentes
-Díaz: 1-0, 1.08 ERA, 0.84 WHIP, .241 BA/oponentes
-Civil: un salvamento, 0.00 ERA, 0.38 WHIP, .111 BA/oponentes
-El impacto de los cuatro fantásticos de los Leñadores: registraron el 53% de los ponches y el 76% de los innings del equipo en esta Final, admitiendo solo .182 BA, 0.67 de efectividad y un boleto cada 22 bateadores enfrentados. Literalmente, ¡dejaron a los Leones sin melena!
Por su parte, el inexperimentado pitcheo de los Azules terminó arrojando un nuevo récord en postemporada con 92 bases por bolas, y el segundo registro más alto de hits permitidos (183), detrás del staff de Ciego de Ávila que soportó 186 inatrapables en la 50 Serie Nacional. Para ocho de los 13 lanzadores de Industriales esta fue su primera postemporada con cierto protagonismo, como los casos de Silvano Hechevarría, Reemberto Barreto, Rafael Orlando Perdomo, Raymond Figueredo y Jonathan Cruz, quienes debieron asumir responsabilidades en la rotación.
Al unirse el slump colectivo de Industriales, con un lineup que terminó promediando línea de apenas .194/.255/.256, y recibió el doble de los ponches (15) en comparación con solo siete carreras anotadas, cada partido durante esta Final derivaba en el mismo Déjà vu: un destello de dominio inicial, pero luego se desvanecían cuando los Leñadores ajustaban su maquinaria.
¿Recuerdas?:
Juego 1: El novato holguinero de 20 años, Silvano Hechevarría, quien se formó en tierras tuneras, luchó hasta la quinta entrada. El bullpen de los Leones intentó mantener el empate 2-2, pero en el séptimo capítulo los Leñadores estremecieron el estadio Julio Antonio Mella con un rally de tres carreras.
Juego 2: Un desenlace bastante similar. Raymond Figueredo lanzó seis dominantes innings, dejando ventaja por 3-1, pero… ¡los Leñadores volvieron a fulminar el bullpen con otro ramillete de tres carreras en el séptimo!
Juego 3: Siete outs consecutivos del abridor de los Leones, Jonathan Cruz, quien había conseguido su primer éxito en Series Nacionales precisamente contra Las Tunas durante la temporada regular. Sí, hay números que sonaban algo pesimistas para los fanáticos de los Leones: esos 34 pitcheos de Cruz —¡un altísimo promedio de 4.8 contra cada bateador!— después de poner fuera a sus primeros siete oponentes no traían buenos augurios. Y así fue: ¡Los Leñadores reaccionaron con una rebelión que terminó en seis carreras durante el inicio del tercer inning!
El Juego 4 no fue diferente.
Barreto libró las dos primeras entradas sin permitir carreras, aunque Danel Castro conectó un doble que, de haber encontrado en circulación a Yunior Otero —fue cogido robando en segunda—, los Leñadores hubiesen inaugurado el marcador durante el inning de apertura. Luego, en el tercer capítulo, cuando Barreto retó por segunda ocasión al lineup tunero, comenzaron las tribulaciones. Aun así, después de tres boletos y un sencillo de Yosvany Alarcón por el campo corto, Barreto ponchó a Roberto Súliban Baldoquín y libró con las bases llenas.
En cambio, el suspiro duró solo dos bateadores más, pues Barreto abrió el cuarto capítulo obsequiando par de boletos y allí terminó su actuación. Desde la tercera entrada, los Leñadores anotaron una carrera en cada inning hasta el sexto y, ciertamente, el partido no desembocó en un nocaut porque dejaron a nueve corredores esperando remolque.
De hecho, el rodado a segunda de Héctor Castillo en el inicio del cuarto habría sido suficiente para que los Leñadores comenzaran su escalada al trono este viernes en el Juego 4. ¿La principal razón? Sí, además del paupérrimo pitcheo, el inoperante bateo de los Azules sentenció la mayoría de sus oportunidades de ataque en un suspiro: batearon su primer hit a la altura del cuarto inning con un out ante Meneses, pero Yosvany Peñalver y Yasiel Santoya no pudieron hacer que Jorge Enrique Alomá pasara del primer cojín.
El único momento que al menos avivó a los parciales de los Azules llegó tras una reunión delante del dugout antes de que comenzara el séptimo episodio: jonrón de Yasiel Santoya abriendo inning contra el relevista Rodolfo Díaz, y sencillos consecutivos de Walter Abreu y Juan Carlos Torriente inspiraron a la fanaticada de los Leones. Sin embargo, todo quedó en amenazas. Esa segunda ocasión en que Industriales lograba tres hits seguidos durante esta final*, terminó sin producir carreras: como emergente, Dayron Blanco bateó para double play con un rodado a tercera, y Ariel Hechevarría cedió un elevado al jardín derecho.
*La vez anterior fue durante el quinto inning del Juego 1: triple de Oscar Valdés, y luego sencillos de Jorge Enrique Alomá y Roberto Acevedo.
Los últimos seis bateadores de los Azules se fueron sin poder llegar safe a la inicial, cinco puestos fuera por Rodolfo Díaz, y el out 27 a la cuenta de Alberto Pablo Civil, quien fue enviado al montículo para sellar el título de los Leñadores.
Contra un equipo que esculpió línea de .336/.420/.431 y promedió 6.2 carreras anotadas en la Final, no hay manera de poder ganar sin una ofensiva competente y con un staff que implantó récord negativo en bases por bolas concebidas (92) para una postemporada. Este viernes en el Juego 4, todos los bateadores titulares de Las Tunas conectaron al menos un hit, producción que elevó el promedio del equipo a 10.7 hits por partido y .385 OBP a lo largo de la postemporada. En cambio, los Industriales no podían contrarrestar ese ritmo viendo escaparse el 42% (15) de sus 36 innings de “1-2-3”, y el 78% (28) sin poder embasar al bateador que abría entrada.
Esta vez, la fortaleza de los Leñadores no se concentró en su slugging (promediaron solo .369) ni la dependencia de conectar jonrones para anotar carreras. Durante toda la campaña, el éxito colectivo fue la combinación del team work, logrando una inigualable cohesión donde cada jugador cumplió su rol en el momento decisivo. Desde el leadoff del equipo, Héctor Castillo, líder de los bateadores en la temporada regular con .404 de promedio, hasta Yunior Otero (registró .588 OBP en la Final), el último de los titulares incorporados al lineup, la unión de los Leñadores forjó un equipo que resultó invencible.
Para los Leones dirigidos por Guillermo Carmona, el resultado debería valorarse como una proeza, sobre todo por la unión colectiva que le permitió al equipo superar varios retos: escalaron del último lugar a la Final, ganando dos series al máximo de siete juegos en estos playoffs, hazaña que el equipo no había logrado en los últimos 11 años.
Así pues, incluso antes del jonrón de dos carreras de Yordanis Alarcón contra Juan Xavier Peñalver, que redondeó el marcador final por 6-1 en el inicio del noveno, la barrida de los Leñadores en el Juego 4 era cuestión de tiempo: como en 2018, el equipo tunero volvió a eliminar a Industriales, pero esta vez resultó una victoria aún más especial: “sin refuerzos”, como dijo el Rey en Hits del béisbol cubano, Danel Castro, y con una inolvidable barrida para la historia.
¡Felicidades, campeones!