Lecturas de Playoffs: Silenciando Fenway
Yuli Gurriel y Yordan Álvarez volvieron a impulsar a los Astros de Houston, quienes están a un éxito de llegar a la Serie Mundial.
Yordan Álvarez y Yuli Gurriel se combinaron para producir de 10-6, con par de dobles, un jonrón y seis remolcadas en un éxito por 9-1 que le dio ventaja de 3-2 a los Astros sobre los Red Sox, este miércoles en la ALCS.
El poder cubano silenció Fenway Park.
Mientras el resto del lineup de los Astros se iba de 17-0 con siete ponches, en sus tres primeras visitas al plato, Yordan Álvarez se encargó de explotar al veterano zurdo de los Red Sox, Chris Sale:
1er inning: Jonrón por el leftfield (Monstruo Verde) a 390-ft con una velocidad de salida de 103.8 mph, tras golpear una bola rápida de 93.6 mph.
4to inning: Sencillo al leftfield a 360-ft con una velocidad de salida de 106.7 mph, tras golpear una bola rápida de 97.1 mph.
6to inning: Doble al left a 249-ft con una velocidad de salida de 93.3 mph, tras golpear una bola rápida de 95.0 mph.
Tres cohetes, ¡tres remolcadas! Inicio del sexto: Astros 3, Red Sox 0. Pero lo más impresionante del gran juego que esperábamos de Yordan Álvarez en playoffs, fue cómo lució el poder de sus muñecas combinado con su astucia y habilidad para leer el juego.
Esta historia comenzó el pasado viernes 15 de octubre en el Juego 1. Sale atacó la zona con una y otra bola rápida encendida contra Yordan Álvarez. Esa fue la estrategia en su primer enfrentamiento de por vida. Tras llevar a Yordan a dos strikes, luego Sale tiró tres bolas consecutivas, la última de ellas un wild pitch que ayudó a avanzar a los corredores.
En cuenta de 3-2, Sale lanzó otra bola rápida, una de 95 mph. Yordan pudo alcanzar el pitcheo en la parte ligeramente baja y afuera, y consiguió un elevado de sacrificio al left. Después de aquel primer turno, Yordan le produjo un sencillo de sólo 76 mph al slider de 79 mph de Sale, un rolling que se coló entre tercera y short rumbo a lo corto del left.
Así que, en el matchup de poder de zurdo vs. zurdo, Yordan terminó de 1-1, con una RBI en su primera noche ante Sale, quien fue sustituido con 61 pitcheos después de ponchar a Kyle Tucker en el final del tercer inning. En resumen, Yordan logró golpear la bola rápida de Sale, pero no parecía como si estuviese esperando ese pitcheo. Dejó llegar el lanzamiento y desató un swing rápido que pudo conectar la pelota lo suficientemente lejos como para remolcar desde tercera al veloz José Altuve.
Y, luego, en su segundo matchup del Juego 1, todo parecía lo contrario. Yordan golpeó sin mucha fuerza una slider fuera de la zona que tiró Sale al primer pitcheo, pero consiguió un hit. De cara al Juego 5, al menos ya había un plan basado en un enfrentamiento anterior por parte de ambos. Yordan, obviamente no desestimaría la mezcla de sinker y bola rápida de Sale, además de su slider venenoso.
En el primer inning, Sale abrió con la sinker contra dos de tres oponentes, José Altuve y Alex Bregman. Pero, ante el bateador zurdo de la primera tanda de los Astros, Michael Brantley, en lugar de la sinker apeló a su bola rápida de cuatro costuras a 93 mph. Así, el primer inning de Sale fue bastante tranquilo. Dominó a Altuve en elevado al left, ponchó a Brantley y retiró a Bregman en rodado al campo corto.
Tras un cero con 12 pitcheos del zurdo Framber Valdez, Yordan Álvarez se acercaba al plato para abrir el ataque de los Astros en el segundo capítulo, y ahí comenzaron los problemas de Sale. Como describí antes, el primer bombazo de Yordan en el Juego 5, fue contra una bola rápida de 93.6 mph, que Sale intentó ubicar en la esquina lejana, fuera de la zona de strike. Pero sucede que Yordan tenía algo claro: Sale, aunque puede azotar varios puntos sobre el home con sus disparos, tiene envíos realmente difíciles para los bateadores zurdos.
Sale exhibe el arte de hacer que los bateadores zurdos persigan su slider afuera, su bola rápida humeante de 96-98 mph alta por el centro de la zona, o afuera y alta, bien lejos. Normalmente, los bateadores zurdos suelen caer como presas indefensas, porque están intentando golpear su slider o una bola rápida en la zona que tiende a alejarse.
Esta es sólo una perspectiva que Sale ha mostrado sobre su mezcla devoradora de pitcheos y comandos audaces, no es nada nuevo. Y, obviamente, ahí es donde está el crédito para los grandes lanzadores: Sabes en muchas ocasiones con altas probabilidades hacia dónde volverán, cuáles son sus zonas para buscar oxígeno cuando están en aprietos. Pero, aun así, siguen sorprendiendo con esa picardía que les permite burlar a los bateadores.
Este miércoles por la noche en Fenway Park, Chris Sale tenía parte de ese gran historial a su favor. Había lanzado sólo 61 pitcheos en sus últimos cinco días. Tenía, al menos después de enfrentar a todo el lineup de los Astros en el Juego 5 de la ALCS, un gran dominio en su mezcla, recordando que ha sido uno de los lanzadores zurdos más respetados de su generación.
Tenía otra gran fanaticada pidiéndole una y otra “K” en Fenway Park, y el mundo del béisbol apreciando uno de los duelos más desafiantes de la Liga Americana en los últimos cinco años. Sin embargo, Sale no tuvo lanzamientos que pudieran defenderlo del swing del cubano Yordan Álvarez.
No pudo ni siquiera lograr un swing fallido de Yordan después de tirarle ocho pitcheos en tres enfrentamientos durante la noche de este miércoles. En cambio, Yordan estaba centrado en hacer su trabajo y, una vez más, disfrutar su swing cuando dirige la pelota hacia su banda opuesta.
Siendo honesto, ninguno de sus swings me reveló como si Yordan estuviese buscando jonrones contra Sale.
Nunca hubo un giro extravagante de su bate en el que luego lo vieras frustrado o, simplemente, lejos de su enfoque de golpear. Todo lo que quería era un trabajo coordinado de sus manos, para que llegaran a tiempo y poder conectar en el punto dulce contra los lanzamientos de Sale.
¡Yordan lo consiguió con creces!
Mientras el resto de los Astros viajaba del plato al dugout sin poder hacerle daño a Sale, Yordan se encargó del trabajo difícil: Sus tres remolcadas, incluyendo el jonrón solitario en el segundo inning y un doble limpia bases tras el error en la inicial de Kyle Schwarber a la altura del sexto, completaron la expulsión de Sale en Fenway Park.
“Fue increíble”, dijo Yordan Álvarez, quien lideró la ofensiva de Houston, remolcando las primeras tres carreras del juego para abrir la brecha ante Sale. “No lo había enfrentado (antes del Juego 1), pero lo había visto lanzar mucho”, dijo Álvarez a través de un intérprete. “Creo que, especialmente como zurdo, el ángulo desde el que lanza puede hacer que sea un poco incómodo. Pero con solo poder enfrentarlo (en el Juego 1), creo que la única clave que pude sacar de eso fue que quería poder atacar la bola rápida”.
“Es un chico grande en el medio, y solo estaba atacando. Estaba listo para hacer swing”, dijo el manager de los Astros, Dusty Baker. “Nadie más podía golpearlo, pero Álvarez lo tenía. Si tienes a un chico en la alineación que aparece en el momento adecuado, hace toda la diferencia del mundo”.
Silencio en Fenway Park
Con Sale fuera del montículo y los Astros delante 3-0, Yordan le entregó el batón ofensivo a Yuli Gurriel quien, tras un par de fallos, terminó golpeando tres cañonazos que produjeron igual número de carreras. “No recuerdo haber visto a alguien que pueda hacerlo con ese tipo de fuerza”, dijo Yuli Gurriel a través de un intérprete sobre el poder de Yordan Álvarez cuando golpea hacia su lado opuesto, el left-center. “Honestamente, creo que todavía tiene un poco que mostrar de sus capacidades. Todavía queda un poco allí. Imagínese lo que va a ser cuando esté en su mejor momento".
Yuli Gurriel puso el score 4-0 con un doble contra el primer relevista de los Red Sox, el diestro Ryan Brasier. Luego agregó un sencillo de 102.9 mph en el octavo y otro balazo de 106.0 mph que remolcó par de anotaciones en el noveno, para definir el marcador final 9-1.
Dos de los tres hits de Yuli Gurriel fueron aplastando bolas rápidas, y el sencillo del noveno inning ante un changeup de 85 mph. Durante estos playoffs, Gurriel ha trabajado para que su swing logre golpear con más eficiencia contra las rectas, tras promediar sólo .257 y un bajo .230 xBA durante la temporada regular.
Al terminar su último juego del año en Fenway Park anoche, sus números habían dado un gran giro contra las bola rápidas en esta postemporada: Ha bateado .409 (22-9), con una velocidad de salida promedio de 88.4 mph que ha mejorado a 92.8 en esta ALCS ante los Red Sox.
Su primer hit sobre un cambio de velocidad fue la conexión de 106.0 mph contra el zurdo de Boston, Martín Pérez, un batazo que, además de poner el score 9-1, implantó una nueva marca para bateadores visitantes en Fenway Park. Sí, Yuli Gurriel superó a Bernie Williams (11), a Derek Jeter (11) e, incluso, a Hideki Matsui (10), con 15 hits en sólo siete juegos de postemporada contra los Red Sox. ¡Eso es más que los hits (12) de Carlos Correa y José Altuve en sus 67 visitas al plato combinadas!
Nadie, absolutamente nadie, ha logrado más hits que Yuli Gurriel en Fenway Park, tras despedirse este miércoles acumulando de 30-15, lo que ofrece esta impresionante línea de .500/.516/.733/1.249.
Con los Astros delante 3-2 en la ALCS, una vez más, el poder cubano será clave para buscar el éxito que les abra las puertas de la Serie Mundial.
Veremos qué sucede en el Juego 6, pactado para este viernes en Houston.
(Foto: Yordan Álvarez & Yuli Gurriel/Getty Images)