Más ponches recibidos (21) que bases por bolas (19), 51 corredores de 60 dejados esperando remolque en posición anotadora, más rollings para doble play (9) que extra bases (7) y un staff de lanzadores que admitió 80 embasados en 40 innings, indudablemente no pueden derivar en múltiples victorias. Esos fueron los registros que propiciaron la eliminación de los Cazadores de Artemisa en la serie de Cuartos de Final ante los Cocodrilos de Matanzas, quienes avanzaron a la Semifinal en esta 62 Serie Nacional del Béisbol Cubano.
En los dos primeros juegos de la historia del equipo en postemporada, los Cazadores dirigidos por el estelar ex lanzador, Yuliesky González, lograron ofrecer más resistencia contra los actuales subcampeones nacionales. Luego de una derrota por 6-4 en el Juego 1, igualaron la serie de Cuartos de Final con éxito por 5-2 en el Juego 2. Las actuaciones monticulares de los abridores Yuniesky García y el zurdo Geonel Gutiérrez fueron alentadoras, sobre todo por su durabilidad, lo cual derivó en un menor volumen de trabajo y responsabilidades para el bullpen. Sin embargo, cuando la serie se trasladó para el estadio Victoria de Girón, los Cocodrilos fueron indetenibles.
Parte de un posible remate era predecible: los abridores de Artemisa ya no serían sus dos ases de la temporada regular, Yuniesky y Geonel, quienes se combinaron para marca de 16-6 con cinco blanqueadas. Los diestros Elián Moreno y Rubén Hernández tenían el gran reto de enfrentar al lineup de los Cocodrilos, que estaba a punto de desatar su ofensiva como se esperaba por parte de sus principales bateadores. Y así fue: nocaut por 12-2 en el Juego 3, y otra victoria contundente con marcador de 8-3 en el Juego 4 —éxito que los Cocodrilos dedicaron al admirable ex lanzador Jonder Martínez, quien fue retirado oficialmente el pasado jueves—, pusieron la serie al borde del abismo para los Cazadores.
El Juego 5 este viernes en la noche fue el remate, con una joya de pitcheo de Naykel Yoel Cruz, quien lanzó las nueve entradas para asegurar el triunfo de los Cocodrilos por blanqueada de 4-0. Ahora Matanzas acumula marca de 10-9 en series de playoffs desde su primera clasificación hace 11 años, pero dirigidos por Armando Ferrer, han ganado siete de nueve. Sus únicas dos derrotas fueron contra los Alazanes de Granma en las últimas dos finales.
Con los Alazanes fuera de esta postemporada, los Cocodrilos de Matanzas vuelven a sobresalir como uno de los equipos favoritos para discutir el trono. Aún no hay nada decidido, pero si Industriales y Santiago de Cuba ganan sus series de Cuartos de Final contra Santi Spíritus y Camagüey, respectivamente, entonces veríamos otro esperado desafío entre Matanzas y Las Tunas en Semifinales.
Sí, sabemos que aún no hay nada decidido: Los Toros están en desventaja por 3-2, pero apostarán por su dúo de ases, el diestro José Ramón Rodríguez en el Juego 6 y el zurdo Dariel Góngora para un posible Juego 7. Santiago de Cuba tendrá a su revelación del año, el diestro Wilber Reyna este sábado en el Juego 6, junto a los veteranos Alberto Bisset y Dany Betancourt. En la otra serie, los Gallos aún apuestan por su bullpen y un despertar ofensivo del lineup en situaciones de clutch —batearon de 42-5 con corredores en posición anotadora durante las derrotas en los Juegos 4 y 5—, mientras Industriales intentará rematar, aunque su rotación abridora aún está llena de incógnitas. Son los playoffs del béisbol cubano, así que puede haber sorpresas. ¡Veremos qué sucede finalmente!
He aquí tres claves que impulsaron a los Cocodrilos para completar su clasificación este viernes en el Juego 5 contra los Cazadores de Artemisa, quienes fueron dignos rivales en su primera experiencia bajo la presión de los playoffs:
Impecable, Naykel
Después de una apertura ineficiente de cuatro entradas en el Juego 1, Naykel Yoel Cruz ajustó sus principales armas. Todo comenzó por su pitcheo principal: estaba estableciendo su bola rápida y comenzó a hacer estragos, retando cada swing de los Cazadores. Y, luego, cuando Naykel tomó confianza con su combinación de curveball y changeup —un proceso que a veces no le funciona desde su primer enfrentamiento contra la oposición—, el camino al éxito parecía cuestión de tiempo.
Los Cocodrilos aseguraron el match rápidamente, con un rally de tres carreras en la segunda entrada. Pero antes de que Yuniesky García permitiera las anotaciones que decidieron el duelo, los Cazadores colocaron dos corredores en bases, por boleto a Carlos De La Tejera —quien fue subido al quinto turno en busca de más producción—, y sencillo de Osbec Pacheco. En esa situación, Naykel sacó el extra: ponchó a sus siguientes rivales, ambos diestros, Yansué Moré y Osmel Solano.
Luego, desde ese segundo capítulo en adelante, dominó a sus anchas al lineup de los Cazadores: en términos de sacar “outs”, lanzó para haber retirado a 19 oponentes en línea, pero dos pifias estropearon la cadena. Sin embargo, no fue hasta la octava entrada que admitió un hit, y dos más en la novena, que a la postre resultaron intrascendentes. Después de sus primeros juegos como visitantes, el pitcheo de Matanzas fue impecable: registró un eficaz 1.80 ERA, correlación de 15 ponches, el doble de los boletos (7), y menos de un hit (20) por entrada (25).
Ya sabes cuál fue el resultado con ese dominio.
Snoop
“Snoop” o Yadil Mujica, como prefieras llamarlo, no solo ha sido uno de los bateadores más consistentes en este playoff de Cuartos de Final, tras cortar para .409/.435/.636, con dos dobles, un jonrón y siete remolcadas en cinco juegos. Ahora, luego de 32 partidos de postemporada, Mujica está bateando para .415, el segundo promedio más alto de cualquier bateador con al menos 100 apariciones al plato en la historia de las Series Nacionales. Como leadoff de los Cocodrilos, Mujica ha vuelto a ser el leadoff ideal. ¿Primer requisito? Se embasa y anota con altísima frecuencia. Pero, además, es un acucioso tocador de bola, especialista en robar, combina destreza y suspicacia para tomar almohadillas adicionales y, por si fuera poco, también puede sorprender con poder ocasional.
En situaciones de clutch, fue el bateador más oportuno de los Cocodrilos junto a Andrys Pérez, impulsando el 50% de los ocho corredores que encontró en posición anotadora. Sí, hay más, porque Mujica cerró la serie de Cuartos de Final liderando en carreras anotadas (8), remolcadas (7), extra bases (3), bases robadas (2), slugging (.636) y OPS (1.071) ante los lanzadores de los Cazadores. Cuando lo ves parado en la caja de bateo, sin que su mano derecha toque el mango del bate, parece que Snoop simplemente buscará un contacto, pero cuidado, porque sus habilidades no dejan de sorprendernos.
Andrys Pérez: clave en situaciones de clutch
Con las dos remolcadas de Andrys tras conectar un sencillo con bases llenas en el final del segundo inning, Matanzas habría ganado sin contratiempos. Su producción valió la mitad de las cuatro anotaciones del equipo, pero ese solo fue el resumen final de sus 18 apariciones al plato. ¿Lo más importante?: remolcó dos veces la carrera del empate o la ventaja, y el 50% de los ocho corredores que encontró en posición anotadora. Tácticamente, Andrys cumplió la mayoría de sus responsabilidades ofensivas, contando además par de toques de sacrificio para adelantar corredores.
Aun así, desde mi visión, he aquí lo que resultó como factor clave en su rendimiento para los Cocodrilos. Primero: ningún corredor de los Cazadores le robó base. A los efectos de la anotación, en concepto de BR (bases robadas) o CR (cogidos robando), los corredores de Artemisa ni siquiera le registraron intentos. Dos: trabajó las 42 entradas del equipo en su posición, como receptor, sin cometer errores, y el pitcheo de los Cocodrilos exhibió efectividad de 3.00, con 1.43 WHIP y un deslucido .696 OPS.
Al final, cada batería de lanzador junto a Andrys Pérez como cátcher logró los outs claves: Después de conectar el jonrón 100 de su carrera en el Juego 1, el tercer bate de los Cazadores, Dayán García, fue limitado completamente en su visita al estadio Victoria de Girón: bateó de 10-1 y no pudo evitar cuatro de esos fallos para doble play. O sea que, al final, entregó 13 outs en 11 apariciones al plato. Sus turnos fueron decisivos, y pudo empujar a un solo corredor de los siete que encontró en posición anotadora. Los Cazadores intentaron mantenerse al asecho, pero la pobre producción en situaciones de clutch fue una avería latente en todas las tandas del lineup: Pacheco no remolcó carreras en 20 viajes por el plato, y la combinación de octavo y noveno bates, Osmel Solano y Dainel López, cerró de 15-0 en RISP.
Los Cazadores dejaron en posición anotadora al 85% de sus corredores embasados. ¿Puede haber algo más gratificante que esa inefectividad del bateo oponente para un receptor?