Cuando chequeas el lineup de Matanzas para esta Semifinal, hay detalles que sorprenden: Ariel Sánchez, quien ha conectado misiles madero en mano contra Las Tunas en playoffs—abrió el partido promediando .381 en 50 viajes por el plato—, está colocado como sexto bate. Eso sí, la razón es obvia: delante del veterano outfielder de 39 años hay cinco bateadores que blindan la novena de los Cocodrilos. Comenzando por el leadoff Yadil Mujica, seguido de Ruby Silva, Yurisbel Gracial, Erisbel Arruebarena de cuarto bate, y luego Yariel Duque como quinto, la experiencia y el potencial ofensivo a disposición del manager Armando Ferrer es envidiable.
Siguiéndole a Ariel, Eduardo Blanco, Andrys Pérez y Aníbal Medina cierran una tanda que tampoco parece fácil de dominar. Para los rivales en esta 62 Serie Nacional del Béisbol Cubano, ciertamente, el out menos difícil podría ser Andrys, pero resulta que el joven cátcher sigue demostrando todo lo contrario: promedió .500 con corredores en posición anotadora durante la serie de Cuartos de Final contra los Cazadores, produciendo carreras en situaciones de clutch.*
*No obstante, aunque Andrys ya no está entre los bateadores categorizados como “limitados” ofensivamente a nivel nacional, su contribución defensiva es el punto donde los Cocodrilos necesitan que brille.
Entonces, el hecho es que, sin dudas, entre titulares y suplentes, cuando se hable de ofensiva en esta Semifinal, Matanzas tiene el equipo más fortificado. Sin embargo, como ocurrió ante los Cazadores de Artemisa en el playoff de Cuartos de Final, la mayoría de los bateadores se vieron fuera de forma este jueves en el Juego 1 de la Semifinal contra los Leñadores de Las Tunas. Al parecer, una vez más, las pausas les están rompiendo el ritmo ofensivo a los Cocodrilos, y el diestro tunero Alejandro Meneses no los perdonó. Tal vez contra otro lanzador la historia hubiese sido diferente, así que a Meneses le corresponde todo el crédito por haber lanzado magistralmente durante las primeras seis entradas del desafío.
Aunque parecía inexplicable que los Cocodrilos no pudieran golpear con soltura la serpentina de Meneses, había una explicación evidente, más allá del pobre bote de la pelota Teammate: la mezcla de pitcheos del diestro tunero no los superó en velocidad, mas sí en su eficaz comando. El primer recurso de Meneses fue lanzar strikes, asentar un ritmo de lanzamientos que evitara la lectura de su secuencia, y establecer sus pitcheos con acucioso control.
Así, caminó seis entradas a ritmo voraz con 12 disparos al pentágono como promedio (tiró 72 en total). Después de un tercio de juego donde Meneses admitió un solo hit, sencillo de Ruby Silva en la primera entrada, el segundo matchup contra los Cocodrilos fue la gran prueba vencida: no admitió hits, y le pegaron un solo elevado (Mujica para el tercer out del tercer inning). El batazo más sólido resultó la línea de Andrys Pérez que detuvo en el box para sentenciar la quinta entrada.*
*Al finalizar la quinta entrada, todos los presentes en el estadio Julio Antonio Mella rindieron un merecido minuto de silencio en homenaje a la memoria del estelar ex pelotero de los Cocodrilos, Yoandy Garlobo, lamentablemente fallecido el pasado domingo a los 46 años, una gloria del béisbol matancero y de Cuba.
Contra bateadores que usualmente halan la pelota a sus anchas, Gracial, Arruebarena y Duque, Meneses fue abrumador: atacó la zona de strike con su curveball y el changeup zigzagueando en la esquina exterior. Luego, cuando su siguiente oferta parecía predecible, entonces sorprendía con una bola rápida que, en medio del contraste de sus secuencias, se convirtió en letal. Dominar las zonas bajas y altas fue decisivo para Meneses, y esa habilidad los sacó de aprietos en el inicio del cuarto inning.
Tras un boleto a Arruebarena con dos outs —la cuarta bola fue de esos pitcheos que parecía strike, y provocó revuelo en las concurridas gradas del parque Julio Antonio Mella—, un error en tiro a primera del cátcher Yosvany Alarcón le abrió las puertas de la antesala al cuarto bate yumurino. Aun así, Meneses no renunció a atacar la zona de strike. Llevó a Duque al conteo de 2-2, y luego registró su único ponche de la tarde con una curveball que hizo lucir pésimo al fornido slugger de los Cocodrilos.
A falta de ponches, Meneses consiguió una mejor fórmula en busca del éxito: se las arregló para trazar una secuencia de pitcheos donde los bateadores matanceros no lograban golpear con soltura. La otra clave fue el elixir monticular que les faltó a los lanzadores de los Cazadores, poner out al primer bateador de cada inning, responsabilidad que ejecutó a la perfección durante sus seis entradas sobre la colina. Después de tirar aquel cero del cuarto capítulo, los Leñadores anotaron rally decisivo de tres carreras. Una vez más, el cuarto bate de los tuneros afiló las hachas: Yosvany Alarcón abrió el episodio con sencillo al left, y luego se coló en tercera por un wild pitch del abridor zurdo de los Cocodrilos, Naykel Yoel Cruz.
Boleto a Rafael Viñales después de un out abrió la posibilidad de un doble play salvador para Matanzas, pero Denis Peña respondió con doblete remolcador sobre la línea de cal de tercera. Acto seguido, elevado de sacrificio al left de Manuel Ávila, error en tiro de Yadil Mujica y sencillo de Yudier Rondón completaron el rally.
Ese fue el único momento en que los Leñadores pudieron atacar a Naykel, quien confió demasiado su bola rápida y fue aprovechado al primer lanzamiento en las últimas dos conexiones remolcadoras. La cuarta carrera de los Leñadores llegó en el séptimo, por un triple del veloz Héctor Castillo, quien anotó a causa de un error en tiro de Gracial en jugada continuada. Gracial no atacó lo suficiente la conexión entre left y center de Castillo, lo cual resultó fatal en un juego donde los Cocodrilos pudieron haber reaccionado. Con ventaja por 4-0, el relevo del diestro Rodolfo Díaz volvió a ser prácticamente impecable. De hecho, lo fue hasta que Ruby Silva conectó un jonrón solitario en el inicio del noveno, pero luego se desquitó con ponches contra Gracial y Arruebarena.
Las Tunas 4, Matanzas 1, en 2 horas y 35 minutos durante un duelo donde el pitcheo dictó sentencia, era el final. Los Leñadores (5-0) siguen invictos en esta postemporada y, sí, salieron delante por cuarto playoff consecutivos contra Matanzas, pero en las tres ocasiones anteriores terminaron perdiendo la ventaja. Entonces, esa es la gran pregunta del momento: ¿se repetirá la historia?
El MVP: Alejandro Meneses, Las Tunas
Meneses, quien lanzó pelota de un hit permitido —sencillo de Ruby Silva—en seis innings, protagonizando el éxito de los Leñadores, y apenas la segunda derrota en que los Cocodrilos terminan con tres hits en un juego de playoffs. ¿La anterior? Aquella joya de pitcheo lanzada por Yosimar Cousín en el Juego 2 de la Final en la 59 Serie Nacional. Además, en lo personal, Meneses rompió una cadena de 0-3 en playoffs contra los Cocodrilos, a pesar de que en sus tres anteriores aperturas lanzaba para 3.29 ERA y le promediaron línea de apenas .264/.328/.415.
Momentos claves:
—En el cuarto inning, después de dos outs, el ponche de Meneses contra Duque con Arruebarena en tercera, siendo la potencial carrera de la ventaja para los Cocodrilos, 1-0.
—Tras el cero de Meneses, los Leñadores se pudieron soltar. Y, como escribí antes, el ataque contra Naykel, cuando intentaba atacar la zona en los primeros pitcheos, les dio frutos durante la cuarta entrada.
—El corrido de bases de Yosvany Alarcón, quien llegó de primera a tercera con un wild pitch. Esa carrera inicial fue inspiradora y dio paso al rally, donde los turnos de Denis Peña, Manuel Ávila y Yudier Rondón fueron decisivos para dar los toques de sombrero rumbo al éxito. En caso de que no te hayas percatado, cada vez que anotan una carrera, los Leñadores han tomado la iniciativa de ponerle un sombrero al protagonista. ¡Fue divertido de ver!
Punto de inflexión a considerar:
—Después de ver lanzar a Meneses seis ceros consecutivos con un hit permitido, el manager Abeisy Pantoja mantuvo la filosofía que llevó a los Leñadores a liderar en la temporada regular: activó el relevo para las últimas tres entradas del juego, y la estrategia les volvió a funcionar. El bullpen de los Leñadores sigue siendo clave: extendieron su efectividad a 1.98 en 22 ⅔ innings durante estos playoffs. Para una serie de siete a ganar cuatro juegos, el desgaste de los lanzadores, tanto abridores como relevistas, suele ser fatal. Al menos en el Juego 1, ambos equipos obtuvieron durabilidad de sus abridores y no se vieron expuestos al sobreúso de su bullpen.
—La ofensiva de los Cocodrilos ha bateado apenas para .251 contra el pitcheo de los Leñadores este año, el tercer promedio más bajo frente a sus oponentes, después del .215 ante el pitcheo de Guantánamo, y .228 tras enfrentar al de los Gallos de Sancti Spíritus. Matanzas cuenta sin dudas con el lineup más poderoso de la liga, pero tendrá que volver a demostrarlo ante los inspirados Leñadores de Las Tunas.
Las tendencias que deberíamos mantener en perspectiva para el Juego 2:
Obviamente, los Cocodrilos necesitan una apertura de calidad de Renner Rivero para igualar la Semifinal, pero la clave estará en la producción ofensiva que respalde a sus lanzadores. Rivero ha sido el abridor más dominante en playoffs contra los Leñadores, registrando una excelente efectividad de 0.63 ERA en 14 ¹/₃ innings, y ese historial podría ser una ventaja en su duelo ante el novato zurdo Eliander Bravo, quien admitió .364 de promedio y no pudo ponchar a ningún bateador de los Cocodrilos en 24 matchups durante la temporada regular.
A este par de probabilidades, también podemos unirle que los Cocodrilos han comenzado dos de sus tres remontadas en el Juego 2 contra los Leñadores. Esta historia apenas comienza.