Nueve hombres dejados en bases, 11 de 13 turnos ineficientes con corredores en posición anotadora, tres errores y un bombardeo de 16 hits permitidos por los lanzadores: ¿qué probabilidades de victoria podría derivar de tal debacle colectiva? Durante la tarde de este viernes ante su fanaticada en el estadio Julio Antonio Mella, los Leñadores de Las Tunas respondieron esa pregunta haciendo arder sus maderos hasta lograr importante éxito por 11-4 sobre los Cocodrilos de Matanzas en el Juego 2 de la Semifinal.
Para detener a los Leñadores de Las Tunas, quienes ya tienen un 50% asegurado en busca del trono, el pitcheo de Matanzas tendrá que exhibir sus mejores actuaciones y, por ende, su poderoso lineup responder a la altura de las expectativas. Después de recibir tres ceros del novato zurdo Eliander Bravo, los Cocodrilos salieron delante con un doble de Ariel Sánchez en la parte alta del cuarto inning, pero perdieron el control del juego tras la repentina explosión del diestro Renner Rivero.
Como adelanté en mi columna del Juego 1, Rivero traía exquisitos números históricos en sus dos aperturas contra los Leñadores bajo la presión de la postemporada: ganó las dos decisiones, con un juego completo, 14 ¹/₃ innings donde admitió una carrera limpia y apenas ocho hits —siete de ellos sencillos—. Propinó nueve ponches y lanzó ocho boletos, lo cual demuestra que fue cuidadoso al retar a los bateadores tuneros, pero definitivamente sacó la mejor parte de cada desafío con milimétrica efectividad de 0.63, .213 slugging y .516 OPS permitidos.
Luego de una derrota en el Juego 1, la presencia de Rivero era una gran esperanza para los Cocodrilos, quienes salieron delante en el marcador (1-0) por primera vez en 13 entradas a la ofensiva contra el pitcheo de Las Tunas. Las tres entradas iniciales de Rivero parecían traer de recuerdo su dominio en aquel inolvidable Juego 3 durante la Semifinal de 2021, cuando los Cocodrilos comenzaron su remontada con victoria por 1-0. A pesar de que los Leñadores embasaron corredores en cada inning durante el primer tercio del partido, Rivero controló la situación:
1er inning) Tras sencillo de Héctor Castillo al primer lanzamiento, retiró a Yordanis Alarcón en rodado para doble play.
2do inning) Ponchó a Yosvany Alarcón abriendo el segundo y, tras sencillo al center de Roberto Súliban Baldoquín, indujo a Rafael Viñales a roletear para una clásica doble matanza al guante del short stop Erisbel Arruebarena, “6-4-4-3”.
3er inning) Denis Peña abrió con un sencillo sin mucha fuerza a lo corto del right, y Yudier Rondón lo llevó a la intermedia tocando de sacrificio. Acto seguido, Rivero colgó el cero tras admitir sendos rodados de Manuel Ávila y Héctor Castillo, el último en una elegante jugada de Arruebarena para poner fuera al veloz leadoff de los Leñadores.
En resumen, Rivero liquidó el primer tercio con apenas 27 pitcheos, dos ponches sin boletos y un solo corredor le llegó a posición anotadora. Sin embargo, no pudo mantener la ventaja durante su segundo enfrentamiento contra el lineup tunero. A diferencia del primer tercio del juego, los Leñadores fueron más pacientes, y ese ajuste los llevó a descifrar la mezcla de Rivero, quien explotó después de conseguir un solo out. Y así comenzó la remontada de los Leñadores, anotando un rally de cinco carreras.
Los Cocodrilos intentaron descontar la ventaja tunera con dos anotaciones en el quinto y una más durante la parte alta del sexto, mientras el veterano Noelvis Entenza buscaba extender su trabajo de contención en un duelo de relevistas contra el diestro Keniel Ferráz. Entenza tiró el sexto capítulo en fila, propiciando el que pudo haber sido un gran momento para los Cocodrilos, quienes se fueron sin poder reaccionar durante el lucky seven. Para entonces, era demasiado tarde: con el match 6-4, el diluvio ofensivo de los Leñadores volvió a desatarse, y otro rally de cinco carreras con seis inatrapables sepultó las posibilidades de Matanzas.
A seis outs del éxito, ese fue el hachazo final de una segunda batalla donde Las Tunas exhibió su arsenal de ejecución contra el actual subcampeón nacional. La leña ardía sin creer en favoritismos ni pronósticos sobre la grama del parque Julio Antonio Mella, y el lineup imparable de los Leñadores volvía a ser clave para lograr el sexto triunfo en fila durante esta postemporada. Así pues, los Leñadores están nuevamente liderando por 2-0 un playoff contra los Cocodrilos. La última vez que sucedió, ya sabes: Matanzas remontó con cuatro éxitos consecutivos durante la Semifinal de 2021. Pero esta vez ese destino se siente mucho más lejano con el regreso de los Leñadores por el trono de esta 62 Serie Nacional.
El MVP: Keniel Ferráz, Las Tunas
Es cierto que la ofensiva de los Leñadores volvió a marcar la diferencia, pero el eficiente trabajo de Ferráz resultó decisivo: tiró cinco entradas de relevo, admitió cuatro hits (tres de ellos sencillos) una carrera inmerecida —por error del segunda base Manuel Ávila— y no concedió boletos. Después de tres salidas en esta postemporada, Ferráz registra marca de 3-0, la mitad de las victorias del equipo, y además lidera la rotación con 14 innings lanzados y efectividad de 0.64.
Momentos claves:
—La reacción de los Leñadores contra Renner Rivero en el cuarto inning. Los hits de los Alarcón, quienes se combinaron de 10-6 en el partido, fueron claves para encender la leña tunera. Yordanis, devoró una bola rápida baja (ligeramente pegada) en cuenta de 2-1, y Yosvany azotó una curveball al centro en el primer lanzamiento*.
*Claramente, cuando el torpedo golpeado por Alarcón cinceló la hierba entre tercera y short rumbo al leftfield, Arruebarena hizo señas de negación por el lanzamiento en curveball al centro de la zona de strike, localización de evidente peligro ante los Leñadores.
Con un out, la línea de Danel Castro a segunda, Renner perdió el comando y le tiró un boleto a Baldoquín que llenó las bases. En esa situación, Viñales haló a gusto y conectó un metrallazo imposible de atrapar por Yadil Mujica, quien al menos detuvo el batazo y la pelota no llegó hasta lo profundo del leftfield. Los dos siguientes turnos le dieron vuelco total al marcador: oportuno doble al right de Denis Peña, y un sencillo al center de Yudier Rondón —que parecía sorprender a Arruebarena mientras se ubicaba antes del lanzamiento de Entenza—, productores de dos carreras, respectivamente.
—El eficiente relevo de Ferráz, frenando el ímpetu de los Cocodrilos. Las dos primeras conexiones que permitió Ferráz fueron a lo profundo del centerfield, y probablemente con una pelota Teammate de mayor bote habrían sido sendos jonrones de Yurisbel Gracial y Arruebarena. Sin embargo, fueron a la anotación como doble remolcador y elevado de sacrificio, respectivamente. Y, luego, Ferráz volvió a respirar tras dominar en par de flyballs a Yariel Duque (al campo corto) y Eduardo Blanco (al rightfield). En las siguientes cuatro entradas, el único elevado al outfield lo bateó Gracial, y fue a lo corto del left en el noveno con un out. Una vez más, Ferráz extendió la eficiencia que ha caracterizado a los relevistas tuneros: una asombrosa tasa de 0.7 BB/9, mientras han puesto out a 15 (83.3%) de los 18 bateadores que han abierto inning en dos juegos contra los Cocodrilos.
Punto de inflexión a considerar:
—El poder vertical del lineup tunero. La tanda baja de los Leñadores ha sido tan letal como las dos primeras: El séptimo bate, Denis Peña, ha remolcado seis carreras y promedia para .571 con corredores en posición anotadora (RISP). Yudier Rondón, quien fue colocado como octavo para el Juego 2 por el manager Abeisy Pantoja, ha bateado de 10-6 con cuatro remolcadas, y registra un desbordante .667 en RISP. Manuel Ávila, quien cierra la tanda, se fue de 4-0 este viernes, pero suma par de remolcadas en ese playoff. Esa combinación ha sido una de las claves del team tunero, encontrando producción desde cualquier tanda ofensiva.
Las tendencias que deberíamos mantener en perspectiva para el Juego 3:
El rendimiento de los Cocodrilos ha ido en decadencia: Ariel Sánchez (7-1), Eduardo Blanco (7-1), Aníbal Medina (5-0) y Yadil Mujica (9-1) se han combinado para un slump de 28-3 (.107 de promedio) en esta Semifinal. Y, lo más preocupante: Yurisbel Gracial acumula un solo remolque durante 32 turnos en esta la postemporada. Para que un equipo sea exitoso en los playoffs no basta con un pitcheo dominante, también se necesita respaldo ofensivo y defensivo.
Si los Cocodrilos no logran ajustar toda su maquinaria, esta final adelantada podría dar un vuelco definitivo durante los siguientes tres partidos en Matanzas.