Con la victoria por 8-2 en el Juego 3, las Avispas de Santiago de Cuba demostraron lo que pudieran lograr si les funcionaban sus principales armas contra Industriales en esta Semifinal.
La velocidad en función de la ofensiva fue el factor clave, unido al dominio del pitcheo y, como esperaba el manager Eddy Cajigal, la mejoría defensiva en jugadas cruciales. Aun así, con un trabajo defensivo eficiente, el diestro Dany Betancourt cometió par de pifias y una de ellas le costó carrera a las Avispas. Ambas anotaciones fueron en la tercera entrada del Juego 3 y, al final, el hecho de no dar tregua a los Azules con pifias defensivas también derivó en seis entradas dominantes para el pitcheo.
Este jueves, de cara al Juego 4, ese era uno de los principales puntos de inflexión a descubrir: ¿Despertaría la ofensiva de los Leones, encabezando el ataque del equipo para poner la serie 3-1? ¿O la mezcla de pitcheos de otro veterano, Alberto Bisset, también encontraría la fórmula de dominio con un eficiente apoyo defensivo para buscar el empate a dos triunfos en esta Semifinal? Luego de seis entradas sin pisar el home, una cadena que se extendió desde el cuarto inning del Juego 3, el lineup de Industriales necesitaba realizar ajustes.
A excepción de Yosvany Peñalver, Alberto Calderón y Juan Carlos Torriente —quien bateó de 4-4 el pasado miércoles—, el resto de los bateadores de los Azules se quedaron por debajo de las expectativas ofensivas del equipo. Y así comenzó el Juego 4 ante otra colosal fanaticada que se dio cita en el estadio Latinoamericano para disfrutar otra reproducción del clásico entre Industriales y Santiago de Cuba en los playoffs de esta 62 Serie Nacional.
El duelo de diestros entre Alberto Bisset y Raymond Figueredo volvía a repetirse como sucedió en el Juego 1. Esta vez, eran las Avispas quienes salían delante, por un jonrón del cuarto bate y líder absoluto en toda la campaña, el MVP Osday Silva. Después de colgar el cero durante el inning de apertura*, Silva descargó su poder contra una bola rápida (baja-afuera) de 89 mph en cuenta de 1-0.
*Raymond dominó a Francisco Martínez en rodado para doble play —el posicionamiento del torpedero Roberto Acevedo fue clave en el centro del diamante—, y ponchó a Yoelquis Guibert.
Tras el jonrón, Raymond perdió la zona de strike y le concedió un boleto a Carlos Monier. Luego admitió sencillos consecutivos de Dasiel Sevila y Marlon Serrano, este último un toque de bola que Raymond no pudo controlar para sacar el out en la inicial.
Bases llenas.
Tan rápido como en el inicio del segundo capítulo, la conga santiaguera se adueñaba de los cánticos en el Coloso del Cerro, coreando el clásico “É’ ahora, É’ ahora”. A esas alturas, en medio de un volcán, con el asecho de las Avispas quienes tenían ventaja de 1-0, ¿quién iba a imaginar que los siguientes dos turnos fueran decisivos en el resultado final? Pues sí. Aunque la expresión corporal de Raymond no mostraba su seguridad de anteriores innings, el diestro de los Azules logró salir del atolladero indómito.
Con solo dos pitcheos, sentenció la entrada: Alexander Llanes conectó un bounce al box que sirvió para una doble matanza por la clásica vía “1-2-2-3”, jugada en que el cátcher Oscar Valdés debió hacer un ajuste por el tiro ligeramente desviado de Raymond, y luego Yasiel Santoya levantó de short bounce el disparo de Valdés a la inicial.
Dos outs.
Otro pitcheo al pentágono, y Maikol Poll falló con elevado al left. Las Avispas no pudieron marcar más carreras hasta que Yoelquis Guibert bateó un doble al right abriendo el sexto. Guibert retó el brazo de Yosvany Peñalver, quien intentó ponerlo out en la intermedia, pero la conexión de bounce alto por encima de la inicial favoreció al veloz centerfielder santiaguero. En esa situación, Guillermo Carmona envió de relevo al diestro Frank Herrera, y un sencillo al center de Carlos Monier puso el score con ventaja para las Avispas, 2-0. Monier se robó la intermedia, pero Dasiel Sevila y Marlon Serrano volvieron a fallar.
El último corredor santiaguero que llegó a posición anotadora fue Maikol Poll. Había un out en el inicio del séptimo inning, oportunidad que no pudo aprovechar Francisco Martínez, quien terminó el partido de 4-0 y en tres turnos encontró corredor en base. Cada posibilidad de construir un rally fue desaprovechada por las Avispas y, al final, la improductividad ofensiva les pasó factura este jueves en el Juego 4.
Con los cinco ceros que logró Bisset y la defensiva santiaguera, sacando los outs claves, Industriales vio extenderse su racha a 11 entradas sin anotar carreras. En ese lapso, los Leones habían dejado a 11 corredores en bases, ocho de ellos en posición anotadora. Sin embargo, con cinco turnos en el final del sexto, los Azules remontaron el déficit de dos carreras con cuatro dobles: Yosvany Peñalver comenzó el ataque de los Leones con un elevado a lo corto del left, y Yasmany Tomás —quien está jugando con molestias en su pierna derecha— remolcó la primera carrera conectando una línea bestial a lo profundo del left. Acto seguido, Yasiel Santoya también haló a gusto, pero falló con otra línea potente al left, y Oscar Valdés empató el marcador con doble al right.
Bisset fue sustituido por el diestro Yosmel Garcés, quien admitió el cuarto doble del inning, un cañonazo de Ariel Hechevarría hacia la línea del leftfield. Industriales le daba la vuelta al marcador, 3-2, haciendo estremecer de emoción a su fanaticada en el estadio Latinoamericano.
Esos cuatro extra bases del sexto capítulo decidieron el destino del Juego 4 ante las Avispas de Santiago de Cuba. Del resto del trabajo se encargó el bullpen de los Leones: Herrera tiró los importantes ceros en la séptima y octava entradas, y el cerrador Juan Xavier Peñalver se apuntó su 14to salvamento de la temporada tras sentenciar a las Avispas en el noveno.
Los cuatro ceros consecutivos del bullpen de los Azules resultaron claves, y la defensa fabricó dos oportunas jugadas de doble play en el octavo y noveno innings, respectivamente. La producción del bateo fue un destello, sí, pero el rally de tres carreras le dio el éxito a los Industriales en el Juego 4. Ahora tienen ventaja de 3-1, y una victoria este viernes marcaría el esperado regreso de los Leones a una final del béisbol cubano.
La última vez que los Azules discutieron el título fue en 2012, dirigidos por Lázaro Vargas (debutaba como manager) durante la 51 Serie Nacional. Han pasado 11 años desde aquel playoff donde los Tigres de Ciego de Ávila se coronaron campeones en cinco partidos. Dos años después, en 2014, Industriales estuvo en una posición similar a la de esta Semifinal contra Santiago de Cuba: tenían ventaja de 3-1 sobre Pinar del Río, pero los Vegueros lograron remontar, y en la final vencieron a los Cocodrilos de Matanzas.
¿Qué sucederá esta vez? El clásico no ha terminado. Por el momento, el destino de ambos equipos depende del resultado este viernes en el Juego 5.