¿Luis Robert Jr. está teniendo la mejor temporada de un centerfielder cubano en la historia de MLB?
Luis Robert Jr. está viviendo el mejor momento de su carrera con los White Sox.
En sus primeras tres temporadas en MLB, Robert Jr. nunca había jugado más de 100 juegos. Este año ha iniciado 136 de sus 140 juegos en el centerfield, y 101 de ellos como tercer bate de los White Sox. Su rendimiento ha sido espectacular, a pesar de la terrible debacle colectiva en Chicago: tiene 35 dobles, 36 jonrones, 78 remolcadas, 86 carreras anotadas, .534 slugging y .847 OPS en 580 apariciones al plato. Por mucho, esta ha sido la primera temporada calificada de 162 juegos para Robert Jr., quien debutó con los White Sox a los 22 años durante la campaña de 2020, que fue acortada a 60 juegos por el azote de la COVID-19.
Aquel año, Robert Jr. ganó el Guante de Oro y quedó segundo en la votación por el Novato del Año de la Liga Americana. Luego, exhibió su talento en las siguientes dos temporadas, pero no jugó lo suficiente como para evaluar su rendimiento con otros outfielders calificados en las Mayores.
Esa historia definitivamente cambió este año, donde Robert Jr. ha liderado las Grandes Ligas como el centerfielder con más jonrones (36), dobles (35) y slugging (.535), mientras va segundo en OPS (.847), siguiéndole los pasos al leadoff de Seattle, Julio Rodríguez (.851). Pero más allá de esta temporada de 2023, el impacto de Robert Jr. ha sido histórico, tanto para los centerfielders cubanos como los de Chicago en todos los tiempos. Sí, esas son palabras mayores, y he aquí las razones:
Breakout sin precedentes
El poder del swing de Robert Jr. se ha adueñado de múltiples récords para centerfielders cubanos en una temporada. Durante más de cinco décadas, las hazañas del outfielder natural de Matanzas, José Cardenal, trascendían entre los principales récords de los peloteros cubanos en MLB. Desde finales de la década de 1960, Cardenal rubricó cifras récords que habían sido prácticamente intactas por más de medio siglo para los centerfielders cubanos.*
*Es importante señalar que, cuando se hace referencia a un récord para “centerfielders”, como ocurre en este caso, se trata de los registros de cada jugador únicamente cuando jugó en dicha posición. O sea que, si el propio Cardenal jugó otros partidos alineando en varias posiciones, los registros tanto ofensivos como defensivos se contarán individualmente en cada una de ellas.
En 1968, a los 24 años, Cardenal estableció la marca de 77 carreras anotadas, siete triples y 40 bases robadas jugando para los Indios de Cleveland. Dos años después, en 1970, durante su primera temporada con los Cardenales de San Luis, irrumpió con cinco récords más al rociar 154 hits, 32 dobles, remolcar 68 carreras y producir un promedio de bateo de .287 con .343 OBP. Todas esas marcas fueron inalcanzables por 34 años hasta que, en 2003, el outfielder capitalino Álex Sánchez impuso nuevos récords de hits (155), triples (8) y bases robadas (52) jugando para dos equipos: los Cerveceros de Milwaukee y los Tigres de Detroit.
Antes de continuar con lo que sin dudas serán los principales puntos récords en esta historia, quiero dedicar unas líneas a Álex Sánchez. Hace una década, entre junio y agosto de 2013, coincidí con Álex en una liga de softbol en La Habana, organizada por mi entrañable amigo lamentablemente fallecido, Francisco “Pancho” Valdés. Se jugaba todos los fines de semana en el terreno de béisbol del Centro Deportivo José María Pérez, popularmente llamado “El Pontón”, una legendaria instalación deportiva ubicada en el municipio de Centro Habana, bastante cerca del estadio Latinoamericano.
Cuando Álex entró a batear, sucedió algo que no esperaba: realmente pocos jugadores lo conocían. Hubo algunos que se quedaron expectantes para ver cómo golpeaba la pelota. Otros, discutían si era real o no que Álex, conocido también como “El Mustang”, había jugado en las Mayores. Y creo que el primer swing de Álex borró algunas dudas: conectó un jonrón enorme que superó ampliamente los límites marcados por una soga alrededor del jardín central. De hecho, cualquier límite habría sido sobrepasado por su flyball salvaje, porque Álex envió la pelota a la calle lateral de la instalación.
Luego, solo corrió las bases en un trote normal. Ni siquiera hizo ningún gesto típico de los que normalmente realiza cualquier jonronero viviendo la emoción en el softbol recreativo.
Cuando terminó el juego, donde Álex bateó de 3-3 con doble, jonrón y cuatro remolcadas, me acerqué para hablar con él. Le conté cómo habían sido las polémicas sobre los jugadores y fanáticos presentes allí que no lo conocían, y recuerdo sus palabras como si fuera hoy: “Nunca se habla de nosotros”, refiriéndose propiamente a los peloteros cubanos que decidieron irse por diversas razones buscando su sueño de llegar a las Grandes Ligas. “Pero aquí estamos”, continuó. “Y siempre humilde, compartiendo con los hermanos”, como parte del equipo Generales, quienes vencieron por 17-5 a Diplomáticos.
Apenas tuve un corto tiempo entre juegos para seguir hablando de béisbol con Álex y, siendo honesto, aunque quería preguntarle sobre cómo fue el momento en que lo sancionaron durante la temporada de 2005 por el uso de esteroides, pensé que no era el momento. Tal vez nos volvamos a ver, y pueda traerles una historia sobre el hombre que convirtió el toque de pelota en el arte del hit durante sus años en las Mayores, al apuntarse 80 hits entre 2001 y 2005 —en ese mismo lapso, sus 32 hits/bunt de 2003 fue la mayor marca de cualquier bateador en una temporada—.
Volviendo a sus récords, las tres rúbricas de Álex para centerfielders cubanos en las Mayores aún se mantienen, pero este año ha sido Luis Robert Jr. quien ha destrozado todo lo relacionado con el poder. Sus 36 jonrones han superado por 16 el récord anterior, que pertenecía a Adolis García y Tony González. El caso de Adolis fue el más reciente, con 20 en 79 juegos de 2021, igualando una marca que impuso Tony, cuando bateó 20 en 112 juegos durante la temporada de 1962.*
*Por cierto, el poder de Tony en aquella campaña con los Filis de Filadelfia resultó inigualable en su carrera de 12 años: sus 20 jonrones en 118 juegos fueron solo uno menos que los 21 acumulados durante 243 juegos entre 1960 y 1961. Luego, nunca consiguió más de 13 en ninguna de sus siguientes ocho temporadas.
Las nuevas marcas de poder de Robert Jr. sin dudas serán las más difíciles de superar para el futuro. Sus 36 jonrones y .535 slugging han dejado las diferencias más considerables. El slugging que reinaba anteriormente fue el .414 que produjo José Cardenal en 1970. Aunque esta campaña aún no ha terminado, es casi improbable que el slugging de Robert Jr. se desplome de los .500. De hecho, continuando con el efecto del poder, el ISO de Robert Jr. también ha sido devastador: promedia .273, duplicando la segunda mejor marca de los centerfielders cubanos en todos los tiempos, que fue de Leonys Martín con .131 ISO en 2016.
Continuando, más allá de los jonrones, Robert Jr. también tiene el control en carreras anotadas (86), dobles (35), remolcadas (78), total de bases (248) e, incluso, dead balls (11).
El efecto del poder también ha impactado en los White Sox
Anoche, cuando Robert Jr. bateó un jonrón de tres carreras contra el lanzador de los Nacionales, Joan Adon, también estaba marcando un nuevo récord para centerfielders en la historia de los White Sox. Básicamente, lo ha hecho desde que destronó la marca de 24 jonrones de Larry Doby, un récord de 67 años. Los 21 jonrones de Alex Ríos en 141 juegos de 2010 había sido el registro más cercano a Doby, hasta que definitivamente Robert Jr. ha elevado la cifra a 36 por ahora.
El otro récord a considerar aquí es el slugging de .535 producido por Robert Jr., dejando atrás a Chet Lemon y Chris Singleton, quienes registraron .501 en 1979 y 1999, respectivamente. Aun así, lo más especial en esta temporada de Robert Jr. no es su cantidad de jonrones, sino todos los momentos claves en que ha respondido como el principal bateador de clutch en los White Sox. El jonrón que bateó anoche para poner delante al equipo por 3-0 contra los Nacionales fue su número 14 del año con el juego empatado en el marcador, dejándolo a uno de igualar el récord de la franquicia. ¿A quién le pertenece? Sí, a un novato llamado José Abreu, que impactó con su poder durante la temporada de 2014.
Así que, ese podría ser otro récord en poder de Robert Jr., quien aún podría jugar los siguientes 11 juegos que les quedan a los White Sox. “La Pantera” también está cerca de completar una temporada de 40-40 en dobles y jonrones, además de 20 bases robadas. En mi columna del pasado 30 de agosto, adelanté que Robert Jr. podría ser el siguiente nombre en esta lista:
1996—Ellis Burks, COL: 40 HR, 45 2B, 32 SB
1997—Jeff Bagwell, HOU: 43 HR, 40 2B, 31 SB
1997—Larry Walker, COL: 49 HR, 46 2B, 33 SB
1999—Shawn Green, TOR: 42 HR, 45 2B, 20 SB
1999—Chipper Jones, ATL: 45 HR, 41 2B, 25 SB
2006—Alfonso Soriano, WSN: 46 HR, 41 2B, 41 SB
Y, como escribí al final: Esperemos que así sea.