Miguel Vargas golpeó la pelota, y al instante giró su cabeza hacia la izquierda cuando terminó el swing para estar seguro si la conexión había volado más allá de los límites.
Fue un cohete a 408 ft por el left-center en Tropicana Field, pero el gran impacto del dinger bateado a 106 mph fue el oportuno momento en que lo necesitaban los Dodgers, quienes au…