Miguel Vargas golpeó la pelota, y al instante giró su cabeza hacia la izquierda cuando terminó el swing para estar seguro si la conexión había volado más allá de los límites.
Fue un cohete a 408 ft por el left-center en Tropicana Field, pero el gran impacto del dinger bateado a 106 mph fue el oportuno momento en que lo necesitaban los Dodgers, quienes aumentaron una carrera de ventaja, 6-4, antes de vencer por 6-5 este sábado a los Rays de Tampa Bay. Mientras Vargas recorría las bases cargado de emoción tras conectar su quinto jonrón de la temporada, Mookie Betts fue uno de los primeros compañeros en saltar de alegría dentro del dugout de los Dodgers.
Vargas fue felicitado por todos sus compañeros y, cuando regresó al centro de la cueva, conversó con Betts sobre cómo atacó la sinker de Trevor Kelley en cuenta de 2-1. Antes de que Vargas silenciara por algunos segundos a la fanaticada de los Rays en Tropicana Field, Chris Taylor se ponchó ante Kelley con un swing totalmente inofensivo.
La sinker de Kelley penetró a 88.7 mph y confundió a Taylor. Sin embargo, Vargas se mostró más paciente. Dejó pasar un sweeper de 77.1 mph que rotó hacia la esquina exterior en la zona de strike. Luego, también detectó a tiempo otro par de picheos rompientes, slider (82.5 mph) y sweeper (76.2), y entonces subió al conteo de 2-1.
Vargas había comenzado el juego promediando .233/.339/.415, una línea ofensiva relativamente engañosa si intentamos ver sólo números periféricos sobre su contribución al lineup de los Dodgers. Vargas ha sorprendido con su enfoque en un momento de su carrera donde se está enfrentando a múltiples situaciones por primera vez. Precisamente en esa cuenta de 2-1, ha producido su más alto OPS (1.116), tendencia que no cambió. Kelley intentó volver con otro sinker, aceleró su ritmo de pitcheo entregando un lanzamiento bajo e interno, y ya sabes la historia: “¡La pelota se va, se va, y…. despídelaaaaaa con un beso!”, diría el narrador de los Dodgers en español, el legendario Jaime Jarrín.
Además de su astucia y excelente discriminación para elegir buenos pitcheos, Vargas ha despuntado como el típico bateador que destrozará los errores de comando. Siempre que esté libre de determinar a qué pitcheos hacer swing por delante en el conteo como este sábado, será un peligro potencial en el plato. Ahora, de sus cinco jonrones, cuatro han sido después de comenzar el conteo en 0-1, lo cual demuestra su capacidad para resurgir luego de estar por debajo en la cuenta.
Durante este mes, los ajustes del swing de Vargas han sido reveladores. El recorrido de su bate ha golpeado los pitcheos con más contundencia, y está teniendo mayor frecuencia de contacto:
Abril
—Contra bolas rápidas: .340 slugging, 22.3% de swings sin contacto, 86.9 mph en la velocidad de salida
—Contra pitcheos rompientes: .360 slugging, 31.4% de swings sin contacto, 81.6 mph en la velocidad de salida
Mayo
—Contra bolas rápidas: .595 slugging, 13.7% de swings sin contacto, 90.7 mph en la velocidad de salida
—Contra pitcheos rompientes: .500 slugging, 13.2% de swings sin contacto, 87.9 mph en la velocidad de salida
No hay ninguna estadística que nos muestre la confianza que está ganando Vargas mientras juega a diario y enfrenta diferentes situaciones de juego ante los lanzadores de MLB, pero ese es otro punto fundamental en el desarrollo de un prospecto. En varias métricas evaluativas de su swing entre abril y mayo, las mejorías en el golpeo de los pitcheos, el porcentaje de contacto y la velocidad de salida han sido determinantes para revitalizar su OPS de .691 a .816.
Como titular por primera vez con los Dodgers, la disciplina en el plato y su habilidad para realizar rápidos ajustes han ido demostrando el potencial de Vargas, quien también ha brillado en momentos claves, una de las virtudes que caracterizó a su padre Lázaro “Hazaña” Vargas.
Late & Close (Líderes en OPS)
*Con un mínimo de 20 apariciones en home.
Con el jonrón solitario que fue clave para los Dodgers, evitando un empate de los Rays en el final del noveno, Vargas ascenderá en esta lista (aún no incluye los juegos de este sábado) entre varios de los mejores bateadores de clutch durante este inicio de campaña, ranking donde también destacan sus compatriotas Yordan Álvarez (1.350), Lourdes Gurriel Jr. (1.315) y Jorge Soler (1.242).
A sus 23 años, Miguel Vargas abrió este sábado en el puesto No. 20 entre los principales bateadores de clutch durante este inicio de temporada en las Mayores, el mismo número inmortalizado por su padre con los Industriales en Series Nacionales.
Para Miguel Antonio, el legado de su padre indudablemente siempre será un impulso motivador, y ya está mostrando los avances de un promisorio futuro al más alto nivel del béisbol.
¿Será con los Dodgers?
(Foto: Miguel Vargas/GettyImages)