Playoff Semifinal: El team work de Portuarios volvió a ser insuperable para Centrales
—Como suele suceder en playoffs, hay noticias inesperadas, pero la actuación de Portuarios vs Centrales ha sido una historia de dominio.
Quisiera recordar la última postemporada en que ningún resultado me sorprendió.
He tenido esa idea en el tintero durante las últimas jornadas de béisbol. O sea, quiero decir, la mayoría de las veces, tenemos un esbozo de lo que hipotéticamente podría suceder en algunas series de postemporada, ¿verdad?
Antes de los playoffs de esta I Liga Élite del Béisbol Cubano (LEBC), era admisible razonar de cierto modo que Centrales sería favorito contra Portuarios, y Agricultores frente a Tabacaleros. Sí, no lo he olvidado: Portuarios terminó la temporada regular con una barrida ante Centrales, anotándole 35 carreras y 41 hits en tres desafíos.
Aun así, las estadísticas y probabilidades seguían proyectando a Centrales con ligera ventaja debido a sus fortalezas en el pitcheo, la profundidad defensiva y una respetable alineación de élite. En cambio, y este será un punto que subrayaré entre los decisivos, el historial reciente en los matchs de ambos equipos señalaba una considerable ventaja para Portuarios. ¿Las razones? Lo vivimos durante el último sorbo de temporada regular: entraron a los playoffs con cinco victorias en sus últimos seis partidos contra Centrales.
Creo que ese lapso de seis juegos fue contundente, y no lo digo por el simple hecho de las cinco victorias de Portuarios. Está claro que el principal objetivo para cada equipo es “ganar” como sea posible, pero definitivamente hay múltiples formas de vencer en un partido de béisbol. En el caso de Portuarios, los éxitos sobre Centrales fueron convincentes, y era razonable pensar que esa tendencia positiva podría haber generado un ambiente de confianza o, como está sucediendo, la fortificación de una gran mentalidad ganadora.
Después de cuatro derrotas consecutivas ante Centrales en la primera mitad de la temporada, como recordamos aquí, Portuarios ganó cinco de sus últimos seis enfrentamientos, y estos son los argumentos que deberíamos mantener en perspectiva:
—Portuarios superó a Centrales 51 carreras por 28, arrojando un imponente diferencial de 23 carreras.
—Centrales anotó cuatro o menos carreras en cuatro juegos, y perdió tres de ellos.
—Portuarios ganó cuatro de sus últimos cinco juegos contra Centrales, superándolos por al menos cuatro carreras de diferencia. La única victoria con un margen inferior fue el 23 de noviembre pasado, en el primer desafío de un doble juego. El relevista Juan Xavier Peñalver se apuntó la victoria, 5-4, con un walk-off sencillo de Yasniel González en el final de la séptima entrada.
—En las cinco derrotas, Centrales produjo más de ocho hits en una sola ocasión, precisamente cuando perdieron por 13-9, en su último partido de la temporada regular contra Portuarios.
Ahora que volvemos a poner en contexto este historial, quisiera preguntar qué piensas cuando escuchas: “¡Portuarios está sorprendiendo en estos playoffs!... ¡Están rompiendo los pronósticos!”, como he escuchado en narraciones, redes sociales y comentarios de algunos amigos.
Para ser justos, ninguno de los resultados ha tenido ni siguiera un ligero matiz de “inesperado”.
En estas Semifinales, simplemente hemos visto una reproducción de lo que las historias recientes nos habían indicado: la complexión de Agricultores es demasiada fortaleza colectiva para Tabacaleros. Y, aunque considero decepcionante la actuación de Centrales en estos playoffs, es justo dar crédito a Portuarios, porque ha vuelto a demostrar el Team Work de un verdadero contendiente.
Este domingo, en el Juego 4 de la Semifinal, Portuarios volvió a superar sin contratiempos a Centrales, reafirmando el dominio que extendieron durante la racha de victorias en la recta final de la temporada regular. Como ocurrió en los Juegos 1 y 2, Centrales salió delante. Un sencillo de Yadil Mujica y doble del cuarto bate Pavel Quesada después de dos outs, abrió el marcador 1-0 contra el abridor de Portuarios, el diestro Raymond Figueredo.
Para el ponderado lineup de Centrales, la carrera rompió una racha de 16 innings sin anotar, desde que armaron un rally de cuatro viajes por el plato en la primera entrada del Juego 2. Sin embargo, la carrera que aparentemente parecía inspirar a Centrales fue solo un destello ofensivo: el siguiente hit lo consiguieron cinco entradas más tarde, en el sexto inning, cuando Pavel Quesada roció un sencillo de fly al right field.
Mientras Raymond Figueredo atravesaba el lineup de Centrales imponiéndose a base de bolas rápidas que oscilaron entre 90-93 mph, un slider lo suficientemente escurridizo y el changeup para sorprender, Portuarios tomó el control del juego. El ataque contra el zurdo Yamichel Pérez llegó en la parte baja del segundo capítulo, comenzando con doble del cátcher Oscar Valdés y, seguidamente, un panorámico jonrón de Yasniel González por el leftfield del estadio Nelson Fernández.
No sé cuál consideras como tu concepto de “panorámico” para describir la emoción de un jonrón. Pero, en Cuba, donde aún parece estar lejos la implementación de estadísticas avanzadas al nivel de STAT CAST —para determinar detalles tan simples como los pies recorridos por un jonrón—, el concepto de “panorámico” podría ser abarcador. En mi caso, la longitud del batazo no es el único detalle inspirador: también suele ser esa emoción al disfrutar cuando el bateador consigue un swing perfecto y, desde el sonido del bate al golpear el lanzamiento, está seguro de que la pelota volará más allá de los límites.
Esa fue la sensación que sentí cuando Yasniel González destrozó la oferta del zurdo Yamichel Pérez, quien intentó marcar el primer strike con un pitcheo rompiente que buscaba ubicarse en la zona baja, sobre la rodilla izquierda del cátcher Andrys Pérez. En cuenta de 1-0, Yasniel fue paciente y desató un swing fluido. Al ritmo de los cánticos de la fanaticada, coreando “Oye te cogió el guajiro”, como apodan cariñosamente al fornido slugger de Portuarios, Yasniel detonó la explosión que, en un instante, proporcionó ventaja de 2-0 a su equipo.
Al tiempo que Yasniel corría las bases y la fanaticada estallaba de emoción en las gradas del estadio Nelson Fernández, los jugadores de Portuarios se preparaban para recibirlo en las afueras del dugout. Obviamente, se vivía otro gran momento encabezado por el poder de las muñecas de Yasniel González, pero, al mismo tiempo, había una razón especial: fue su primer jonrón en esta I Liga Élite del Béisbol Cubano, después de 190 apariciones al plato.
Sí, ninguno de los 77 elevados bateados por Yasniel durante la temporada regular logró viajar más allá de los límites. Por supuesto, uno de los argumentos ineludibles de su regresión está claro: el deficiente bote de la pelota Teammate-120 canalizó parte de la sequía de jonrones en toda la liga. Pero, al mismo tiempo, también hay cierto crédito para los lanzadores oponentes, ya que Yasniel redujo de 56% a 49% su capacidad de conectar elevados en comparación con sus métricas durante la pasada 61 Serie Nacional.
Con frecuencia de un jonrón cada 15.0 elevados bateados (9 HR y 135 flyballs), Yasniel ocupó el lugar No. 23 en el ranking de los mejores sluggers de la liga, vistiendo el traje de los Huracanes de Mayabeque.
Así fue cómo finalmente Yasniel volvió a sentir el éxtasis de desaparecer la pelota y, mientras recorría el diamante pisando cada almohadilla, las expresiones corporales de los jugadores de Centrales no parecían halagüeñas. En las siguientes entradas, de alguna manera cada inevitable presagio se hizo realidad: Portuarios materializó un rally de cuatro carreras en el tercer inning, y luego dos más en el quinto y el séptimo, respectivamente.
El marcador final del Juego 4 de esta Semifinal terminó con un abultado 10-1, y ahora Portuarios se quedó a un éxito de discutir el trono en esta I Liga Élite del Béisbol Cubano.
La única opción de permanencia en estos playoffs para Centrales es ganar todos los partidos restantes. Por supuesto, en el béisbol no hay nada imposible, pero el slump de apenas una carrera anotada en sus últimas 25 entradas suena desconcertante.
(Foto: Denis Laza/César Campos)