Swings que han marcado la historia de los cubanos en la Serie Mundial
La Serie Mundial está a la vista: Un momento ideal para recordar los swings de peloteros cubanos que han brillado en el gran escenario del “Big Show”.
Por Yirsandy Rodríguez | Especial para Play-Off Magazine
Con un out en el final del segundo inning, Sandy Amorós recibió un dead ball del abridor de los Yankees, Bob Turley, y luego el lanzador Johnny Podres sorprendió con un toque de hit por la antesala.
Jackie Robinson corría en tercera, el cubano Amorós en segunda y Podres en la inicial: las bases se llenaron para el leadoff, Jim Gilliam, y la esperanza invadía el Ebbets Field. Después de dos derrotas en Yankee Stadium, los Dodgers de Brooklyn buscaban una reacción en el Juego 3 de la Serie Mundial de 1955. Al final, par de bases por bolas de Turley y el relevista Tom Morgan proporcionaron el empate y la ventaja para los Dodgers, 4-2, un rally que habría sido suficiente.
El cubano Sandy Amorós (jugando el left field y como octavo bate) terminó el partido de 1-1 con una anotada, una remolcada, par de boletos y un dead ball. Sin embargo, la gran hazaña de Brooklyn fue aquella histórica remontada, barriendo a los Yankees en casa y, luego, cuando lograron el éxito 2-0 para ganar la Serie Mundial en el Juego 7.
Amorós fue clave en cinco de los siete partidos finales. Bateó de 12-4, con un jonrón, tres carreras anotadas e igual número de impulsadas. Sandy fue el bateador con más valor de probabilidad de victoria añadida para los Dodgers en la Serie Mundial, gracias a sus turnos al bate de calidad (0.26 WPA) incluso aunque no comenzó como titular.
Eso sí, cuando se trata de evocar recuerdos legendarios del Clásico de Otoño del 55’, si una imagen trascendió para la historia, fue el sensacional fildeo cuando Amorós devoró magistralmente un batazo de Yogi Berra hacia la línea de foul del left field.
En la historia de las Grandes Ligas, hay 31 cubanos que han consumido al menos una comparecencia al bate bajo la presión de la Serie Mundial. Entre ellos, Amorós fue el primer bateador titular en la historia. Hasta la temporada de 2021, sólo 15 jugadores nacidos en Cuba tuvieron la oportunidad de participar en al menos dos Clásicos de Otoño.
Así pues, como antesala del match entre los Astros de Houston y los Filis de Filadelfia, donde Yuli Gurriel, Yordan Álvarez y Aledmys Díaz podrían ser protagonistas en esta Serie Mundial, es un momento ideal para recordar los swings de peloteros cubanos que han brillado en el gran escenario del “Big Show”:
3. Serie Mundial 2021 — Bravos de Atlanta vs Astros de Houston, Juego 6 en Minute Maid Park, Houston.
Fecha: martes, 2 de noviembre de 2021. Asistencia del público: 42, 868.
El swing: jonrón de Jorge Soler vs. Luis García.
Probabilidad de victoria adicionada: 28%.
La historia: El impactante protagonismo de Jorge Soler comenzó una semana antes, cuando el slugger cubano bateó un jonrón épico en el Juego 1. Soler deshiló una sinker del abridor de los Astros, Framber Valdez, y produjo un jonrón cuya significación no tenía precedentes: se convirtió en el primer bateador que abría una Serie Mundial conectando jonrón. Luego, los Bravos preservaron la ventaja en todo el partido: 2-0, 3-0, 5-0, 5-1 y 6-1 a la altura del octavo inning, hasta vencer por 6-2 a los Astros en el Juego 1 de la Serie Mundial de 2021.
Cuatro días después, los Bravos tenían ventaja de 2-1. Habían recorrido la mitad del camino para conquistar su primer título en el Clásico de Otoño durante los últimos 26 años. Sin embargo, entraron al final del séptimo capítulo perdiendo por 2-1 en Truist Park. El relevista dominicano, Cristian Javier, ponchó a Adam Duvall para el primer out. Javier parecía tener controlado el momento, pero Dansby Swanson empató el marcador 2-2, con un bambinazo hacia los asientos del rightfield.
El manager de los Astros, Dusty Baker, mantuvo a Javier contra Soler, quien fue enviado como emergente por el lanzador Tyler Matzek. El movimiento, en cierto sentido, pudo ser razonable: Soler había bateado un solo jonrón (el del Juego 1 vs. Framber Valdez) durante sus últimas 48 visitas al plato en juegos de postemporada (entre el 21 de octubre de 2015 y el Juego 3 de la Serie Mundial de 2021). Además, en sus últimos ocho juegos, los ponches (10) de Soler duplicaban sus hits (5).
Si una tendencia marchaba a su favor, era que ya había probado un destello de poder en el Juego 1 y, aunque cinco hits en 24 veces al bate eran pocos, cuatro de ellos habían alcanzado categoría de extra bases: tres dobles y un jonrón.
Entonces, ¿recuerdas? Javier abrió con una bola rápida de cuatro costuras a 95 mph, pero Soler solo cabeceó un poco. Luego, tiró un slider que cumplió su efecto de contraste en rotación y velocidad (con 14 mph menos), haciendo fallar a Soler. La cuenta ascendió a 1-1. ¿Lo siguiente? Javier disparó otro slider. En cuenta de 2-1, el diestro dominicano puso a rotar otro pitcheo rompiente, ¿adivina?: slider. Y, por si fuera poco, a la misma velocidad de 81 mph, pero Soler no lo perdonó: sonó una línea bestial por el jardín izquierdo, el tipo de impacto que ni siquiera da tiempo a seguir la conexión con la vista. ¡Que momento! Los Bravos se fueron delante, 3-2, tomando ventaja casi definitiva de 3-1 en la Serie Mundial.
El impacto en el juego: Los jonrones anteriores solo marcaron la antesala de las hazañas épicas de Soler ante los Astros en 2021, que terminaron recibiendo el premio MVP de la Serie Mundial. Su último turno de gloria fue en la parte alta del tercer inning durante el Juego 6, cuando Soler fulminó a los Astros con un jonrón de tres carreras ante el diestro venezolano, Luis García. En cuenta de 3-2, después de siete lanzamientos, García entregó un cutter de 83 mph en la zona baja y ligeramente interna.
Lo siguiente que ocurrió podríamos describirlo con dos palabras: explosión total. Un impresionante elevado que se perdió en la noche de Houston, a 446 pies del home plate del Minute Maid Park.
Los Bravos de Atlanta volvían a salir delante, 3-0, sí, sólo 3-0, pero en ese instante en que Soler corría las bases, los Astros estaban devastados, como si estuviesen perdiendo 100-0.
Más que un jonrón, era el golpe decisivo. El resto del partido fue cuestión de tiempo: Los Bravos ganaron por 7-0 el Juego 6 y, 26 años después, volvieron a ser los campeones de la Serie Mundial.
2. Serie Mundial 1973 — Oakland Athletics vs New York Mets, Juego 7 en Oakland-Alameda County Coliseum, Oakland.
Fecha: domingo, 21 de octubre de 1973. Asistencia del público: 49, 333.
El swing: jonrón de Bert Campaneris vs. Jon Matlack.
Probabilidad de victoria adicionada: 19%.
La historia: El zurdo Jon Matlack de West Chester, Pennsylvania, fue seleccionado a los 17 años por los Mets de Nueva York en la primera ronda (cuarta) del Draft amateur de MLB durante junio de 1967. Cinco años después, en 1972, su impacto fue inmediato cuando debutó con los Mets en las Mayores: registró marca de 15-10, 2.32 de efectividad en 34 aperturas, ponchó a 205 oponentes y ganó el premio de Novato del Año de la Liga Nacional.
Con ese pedigrí, Matlack se convirtió en la sensación dentro de la rotación de los Mets. Ponchó a 11 bateadores en 16 ⅔ innings durante la Serie Mundial de 1973 ante los A’s. Sin embargo, en tres pitcheos perdió la oportunidad de encaminar a los Mets rumbo a la conquista del título.
En el final del tercer inning durante una tarde soleada en Oakland-Alameda County Coliseum, Matlack admitió un doble del noveno bate Ken Holtzman, y luego el cubano Bert Campaneris detonó un jonrón por el rightfield que abrió el marcador para los Atléticos. Joe Rudi clavó otro sencillo al center y, con dos outs, Reggie Jackson sentenció a los Mets con un jonrón que amplió el marcador, 4-0.
Curiosamente, Matlack había dominado en siete veces al bate a Bert durante la Serie Mundial. Pero, ¿sabes qué sucedió después del jonrón? “Campy” se reveló, produciendo de 13-7 (.539) con par de dobles y una empujada en cada enfrentamiento entre 1979 y 1983.
El impacto en el juego: El jonrón del ídolo de Pueblo Nuevo inspiró a los A’s, quienes conquistaron su segunda de tres Series Mundiales consecutivas: 1972 vs. Cincinnati Reds, 1973 vs. New York Mets y 1974 vs. Los Angeles Dodgers.
1. Serie Mundial 1975 — Cincinnati Reds vs Boston Reds Sox, Juego 7 en Fenway Park, Boston.
Fecha: miércoles, 22 de octubre de 1975. Asistencia del público: 35, 205.
El swing: jonrón de Tony Pérez vs. Bill Lee.
Probabilidad de victoria adicionada: 16%.
La historia: Durante toda la temporada, Tony Pérez había sido dominado por Bill Lee, un zurdo de 28 años que cerró con marca de 17-9 y 3.95 de efectividad en 34 aperturas durante la temporada regular de 1975 con los Red Sox. A su favor, Lee tenía que había dominado a Tony en cuatro de sus enfrentamientos, incluyendo un ponche. En el Juego 7, Tony llevaba de 2-0 con un rodado a tercera y un fly al right. Había fallado tres de sus cinco swings, luciendo fuera de tiempo ante la curveball lenta de Lee, quien no se caracterizaba por dominar a base de velocidad. De hecho, la tasa de ponches del zurdo natural de Burbank, California, fue de apenas 2.7.
En el inicio del sexto inning, Pete Rose abrió con sencillo, Johnny Bench roleteó para double play, pero el segunda base de los Red Sox, Denny Doyle, cometió un error en tiro a la inicial. Bench se movió hasta la intermedia, y entonces era el turno de Tony Pérez. Ciertamente, Lee no lucía conforme, a pesar de conservar la ventaja de los Red Sox, 3-0. Tony recibió una bola y, en el segundo lanzamiento, aplastó la curva de Lee: desapareció la pelota por encima del “Monstruo Verde” de Fenway Park, y puso a la “Maquinaria Roja” a una carrera del empate, 3-2. Un inning más tarde, Pete Rose empató el score 3-3 en el séptimo, y Joe Morgan decidió el Juego 7 con un sencillo ante Jim Burton, que dio ventaja definitiva por 4-3.
El impacto en el juego: Tony remolcó la mitad de las carreras de la Maquinaria Roja y silenció a la fanaticada de los Red Sox en Boston, rompiendo con su sensacional giro de muñecas el azote del zurdo Bill Lee.