Tendencias de los Leones: analizando el síndrome negativo al abrir subseries
El staff de lanzadores ha admitido 12.5 carreras por juego en los cuatro desafíos que abren subserie.
Por Yirsandy Rodríguez
No es un secreto para los seguidores de Industriales que el impacto ofensivo ha sido el punto menos fuerte del equipo en este inicio de la 62 Serie Nacional del Béisbol Cubano.
Los Leones abrieron esta cuarta subserie de la temporada regular registrando apenas .259 en promedio de bateo, .365 slugging (los peores averages de la liga) y .367 OBP, el cuarto más bajo. También sale a relucir el average menos eficiente (.236) contra lanzadores zurdos, y el OPS de .677 cerraba el ranking de bateo con las bases limpias.
Después de noquear por 13-3 a los Tigres de Ciego de Ávila en la jornada inaugural de esta campaña, Industriales ha perdido sus tres siguientes juegos en las aperturas de cada subserie: 8-2 ante los Gallos de Sancti Spíritus el pasado lunes 3 de abril, 11-9 intentando remontar contra los Piratas de la Isla el domingo pasado, y 12-6 este viernes tras iniciar con ventaja de 6-0 frente a los Cazadores de Artemisa.
Sin dudas, las últimas tres derrotas en fila han sido preocupantes, pues obligan al equipo a vencer en tres de los siguientes cuatro desafíos para aspirar a ganar la subserie de cinco partidos.
La interrogante nos asalta al mismo ritmo devorador con que los Cazadores atacaron este viernes a los Leones en su guarida del estadio 26 de julio en Artemisa: ¿cuál ha sido realmente el síndrome negativo más preocupante esta vez?
Si comparamos el pobre impacto ofensivo a nivel general en este inicio de temporada, la producción de Industriales no ha sido el problema al abrir subserie:
Producción ofensiva (sin acumular los primeros juegos de subserie)
—12 juegos, 4.0 promedio de carreras anotadas, línea ofensiva de .235/.356/.333/.689 (AVG/OBP/SLG/OPS), 19.5% de corredores empujados en posición anotadora.
Producción ofensiva en los primeros juegos de subserie:
—4 juegos, 7.5 promedio de carreras anotadas, línea ofensiva de .319/.383/.440/.823 (AVG/OBP/SLG/OPS), 29.1% de corredores empujados en posición anotadora.
Las diferencias son notables: casi .200 OPS más, lo cual ha derivado en prácticamente el doble en cuanto a promedio de carreras por partido. El bateo con corredores en posición anotadora es otro punto sobresaliente, aumentando las probabilidades de anotar carreras. En cambio, el pitcheo ha sido tan deficiente, que incluso con un promedio de 7.5 anotaciones de respaldo no han podido ganar.
Los resultados son desconcertantes: el staff de lanzadores ha admitido 12.5 carreras por juego en los cuatro desafíos tras abrir subserie, y abrumador PCL de 9.00. Parte de las inconsistencias han comenzado por el bajo registro de 4.0 entradas acumulado por el primer abridor de la rotación, el diestro Pavel Hernández (1-2).
Luego de cuatro inicios, Pavel ha avanzado solo 16 ¹/₃ innings, con 13 ponches y 10 bases por bolas, pero sus oponentes le han marcado 17 carreras limpias e imponente promedio de .394 (86-28).
En general, el resto del pitcheo ha sido bateado con relativa soltura, a excepción del diestro mayabequense Diosbel Nápoles, quien aseguró 3 ⅔ innings este viernes y dejó a los Cazadores de 11-0. Cuando Nápoles fue sustituido, el bullpen colapsó, aun cuando Alexander Malleta dispuso de su principal relevista, el cerrador Andy Vargas.
Así pues, el síndrome negativo hasta ahora ha sido la inconsistencia del pitcheo, tendencias que han limitado varias victorias de los Leones: 76 corredores embasados en apenas 32 entradas durante los primeros cuatro juegos de cada subserie han puesto a sonar las alarmas.
Sí, camino al primer tercio de la temporada regular, va siendo hora de realizar ajustes.
(Foto: Pavel Hernández, primer abridor del equipo de Industriales/Boris Luis Cabrera)