XXX Torneo de Haarlem: Misión imposible
Inexpugnables: así fue la combinación estadounidense de Tanner Hall & Teddy McGraw, quienes trituraron al lineup de Cuba con 11 ponches.
Técnicamente, los nueve bateadores en un lineup de béisbol encabezan el ataque “ofensivo”. Sin embargo, en la práctica, los lanzadores son los retadores, cuando preparan cada picheo. Y si de dominio se trata, la dupla estadounidense de Tanner Hall & Teddy McGraw se robó el show este lunes en la 30ma edición de la Semana Beisbolera de Haarlem.
Para los desajustados bateadores cubanos, conectar los lanzamientos de Hall & McGraw fue una misión imposible: se poncharon 11 veces en siete innings durante la blanqueada por 2-0 de Estados Unidos.
El inamovible lineup cubano bateó apenas cuatro sencillos ante el pitcheo estadounidense, ineficiencia ofensiva que derivó en la tercera derrota del equipo en igual número de salidas a la grama del Pim Mulier Stadium.
Luego de par de reveces ante Países Bajos y Japón, marcando carreras en apenas dos de las primeras 14 entradas jugadas en el torneo, el manager Carlos Martí envió al montículo al diestro camagüeyano José Ramón Rodríguez* y mantuvo intacto su orden ofensivo.
*Rodríguez registró marca de 11-3, 140 ERA+ y admitió 90 OPS+ en 101 ¹/₃ innings durante 15 aperturas en la pasada 61 Serie Nacional del béisbol cubano.
Rodríguez dominó las dos primeras entradas con tres ponches propinados, pero concedió par de boletos que fueron fatales en el final del tercer inning. Después de dos outs, el leadoff Enrique Bradfield—quien había llegado a la inicial por jugada de selección—se robó la intermedia, Dylan Crews negoció un boleto y, en cuenta de 1-0, Jacob González abrió el marcador con sencillo al right, el primero que admitía Rodríguez en el juego.
Wyatt Langford empujó la segunda carrera del inning con sencillo al center, marcador de 2-0 que terminó siendo decisivo. De ese tercer capítulo en adelante, “Pepe” Rodríguez fue imbatible: retiró a nueve de sus últimos 10 oponentes, y agregó tres strikeouts más para sumar seis. El noveno bate de los estadounidenses, Maui Ahuna, fue el único bateador que se embasó, abriendo el quinto con un boleto en cuatro picheos.
Con más suspicacia que velocidad en sus picheos, Pepe logró imponer su mezcla de lanzamientos, con una salida de calidad que mereció mejor suerte. Lanzó las seis entradas con 89 disparos al pentágono, cubriendo la mitad con 12 o menos picheos y tres episodios de “1-2-3”.
Los bateadores estadounidenses del primero al cuarto turno se fueron de 10-2 ante el as de los Toros de Camagüey, y la tanda baja terminó de 10-0 con tres ponches, todos del prospecto Yohandry Morales, hijo del otrora ex antesalista del Habana, Andy Morales, quien bateó un memorable jonrón por Cuba ante los Orioles de Baltimore en 1999.
Desde el inicio del juego, podía percibirse fácilmente que, para los bateadores cubanos, Tanner Hall era prácticamente indescifrable. Seamos claros: por tercer partido consecutivo, se nota lo distantes que están de su sweet spot ideal casi todos los swings de los bateadores cubanos. Y esa observación no se evalúa a través del promedio de bateo, porque se trata de cómo y en qué zona están golpeando la pelota.
Contra Tanner Hall & Teddy McGraw, Cuba falló 17 de sus 50 swings, lo que ofrece una alta tasa del 34%. Antes de enfrentar al picheo estadounidense en esta 30ma edición de la Semana Beisbolera de Haarlem, los bateadores cubanos ya cargaban con una tasa de swing-strikes del 24%, registro que expone el deficiente trabajo del colectivo.
Denis Laza (promedia .500, de 8-4), Alexander Ayala (tiene dos de los tres extra bases de Cuba), Osvaldo Abreu (único bateador con dos remolcadas) y Frederich Cepeda (lidera el lineup con 60% de conexiones fuertes) poseen los mejores destellos ofensivos entre las bolas puestas en juego por el equipo Cuba. Sin embargo, sus principales turnos de calidad no han podido ser aprovechados, ya que la tanda baja ha dejado 16 corredores en bases durante estos tres partidos.
El trío de Alazanes de Granma Carlos Benítez, Iván Prieto y Alexquemer Sánchez, se combinan de 22-1 con nueve strikeouts, cinco de ellos este lunes ante el picheo estadounidense. Los turnos de Benítez y Prieto fueron claves durante las pocas oportunidades que tuvo Cuba ante Tanner Hall y Teddy McGraw:
Segundo inning vs. Hall — Benítez se ponchó con Laza en primera y un out, y Prieto cedió un rodado al shortstop.
Cuarto inning vs. Hall — Con bases llenas y un out, Benítez y Prieto se poncharon.
Sexto inning vs. McGraw — Tras un ponche a Avilés, McGraw cometió balk, y luego Laza y Carlos Benítez también se poncharon con el empate en posición anotadora.
En resumen: Cuba bateó de 6-1 con corredores en posición anotadora este lunes ante Estados Unidos, un sencillo al short de Laza y sus cinco fallos fueron por la vía de los strikes. Ante sus rivales, la ofensiva cubana ha terminado el 40.5% de sus turnos en tres o menos picheos, tendencia que indica la pobre disciplina en el plato. Se han tomado 24 ponches—20 de ellos sin lograr contacto con la pelota—, y sus swings fallos (42) casi triplican la cantidad de hits (15).
Después de enviar a 79 bateadores de bateo a la caja, la ofensiva cubana aún no ve la luz de los ajustes, aunque ya han jugado tres partidos contra los principales contendientes del torneo. El picheo, a excepción de sus 13 boletos obsequiados en tres partidos y un aceptable 58.7% de strikes lanzados, aún deja mucho que desear cuando enfrentan situaciones con corredores en bases: les roban demasiado fácil, y luego su comando tiende a dispersarse de la zona de strike.
Aun así, el picheo y la defensa han cumplido. ¿El bateo? Hasta ahora, ya sabes: conseguir éxito ha sido una misión imposible en esta Semana Beisbolera de Haarlem.
(Foto: USA Baseball)