XXX Torneo de Haarlem: ‘Un lampo alla fine’
Después de cinco derrotas y 28 innings consecutivos sin anotar carrera, Cuba venció a Italia en duelo por el quinto lugar del torneo.
El pitcheo cubano volvió a responder.
El deficiente slump ofensivo del team Cuba ha sido tan decepcionante, que prácticamente no ha dejado espacio para dar crédito al positivo trabajo del staff de picheo durante esta 30ma Semana Beisbolera de Haarlem. Por Cuba, a excepción de César García, todos los abridores promediaron al menos 54 puntos de Game Score y control total del juego. Sin embargo, el pobre aporte de la ofensiva de los Alazanes de Granma sentenció la posibilidad de que el buen trabajo del picheo obtuviera crédito.
Durante cinco derrotas consecutivas, Cuba anotó en apenas dos de sus 35 innings a la ofensiva, con cuatro carreras y una cadena de 25 ceros consecutivos. Con el diestro espirituano Yuen Socarrás subiendo a la lomita del Pim Mulier Stadium, el lineup de los Alazanes logró al menos un destello ofensivo en el partido del torneo ante Italia.
Después de tres ceros en el primer tercio del match por la discusión del quinto lugar, Cuba rompió la racha de innings seguidos sin pisar el home en Haarlem, con rally decisivo de tres carreras para asegurar el éxito por 5-1 este jueves*.
*En cinco partidos, Cuba había anotado cuatro carreras: este jueves, superó en cinco innings toda la producción ofensiva acumulada en las 35 entradas que vieron pasar con 25 ceros consecutivos.
El tercer doble del torneo para Alexander Ayala—el resto del lineup registró sólo uno—, boleto a Frederich Cepeda y sencillo de Guillermo Avilés, abrieron el marcador 1-0 ante el diestro italiano Christian Paul Scafidi. Con Cepeda en tercera, Scafidi lanzó un wild pitch que le dio la segunda carrera de la entrada a Cuba. Luego, Dennis Laza bateó un rodado a segunda y adelantó a Avilés hasta la antesala.
Con dos outs, era el turno para Carlos Benítez, quien arrastraba un slump de 12-1, con cuatro strikeouts y un out por regla en el partido anterior, tras usar un bate ilegal. Sin embargo, después de fallar nueve swings—la mayor cantidad en la ofensiva cubana—, Benítez azotó un picheo de Scafidi y puso el score 3-0, con hit impulsor al centerfield.
Esa fue una gran ventaja para el diestro Yuen Socarrás quien, tras permitir un sencillo de Alberto Mineo abriendo el final del cuarto capítulo, ponchó a dos de sus siguientes tres rivales y mandó a subir otro cero para el team de Italia, dirigidos por el legendario ex cátcher de Grandes Ligas, Mike Piazza.
En el inicio del quinto episodio, los destellos ofensivos del lineup cubano continuaron, conectando los picheos del relevista Diego Gergolet. Ayala volvió a embasarse, esta vez por cuatro pelotas malas. Cepeda sonó su sexto cañonazo del certamen—líder del equipo—, y luego el dúo Avilés-Laza se encargó de producir dos rayitas más con sencillos consecutivos. ¡Cuba se ponía delante, 5-0! Al final, todas las carreras fueron anotadas por el aporte de “3-4-5”: Ayala, Cepeda y Avilés, mientras la última tanda se iba de 9-2.
Esa tanda baja de “7-8-9” en el lineup cubano, que contó con Benítez, el cátcher Iván Prieto y el rightfielder Alexquemer Sánchez, cerró de 42-4 (.095), con 13 ponches. Alexquemer terminó el torneo de 13-0 y, junto a Prieto, no pudieron remolcar carreras después de ver 96 picheos.
Las notas ofensivas fueron deprimentes durante todo el torneo. Después del mejor juego ofensivo, con cinco carreras y nueve hits ante Italia este jueves, los Alazanes terminaron exhibiendo pésima línea de .220/.273/.247. Además, recibieron 30 strikeouts—25 de ellos cerraron con un swing sin contacto—, apenas nueve bases por bolas obtenidas y ningún jugador pudo robarse una base o llevar la pelota más allá de los límites.
A diferencia de esa decepcionante demostración en un torneo donde la ofensiva no fue sobresaliente de manera general, vale destacar la actuación del picheo cubano. En 40 innings, fijaron una excelente efectividad de 2.70, con apenas cuatro extra bases permitidos, .238 promedio de sus oponentes y .313 OBP. ¿Cuál fue la principal deficiencia? Sí, como casi siempre: el descontrol.
En 40 innings, el staff cubano lanzó 19 bases por bolas, la misma cifra de ponches que propinaron. Aun así, el porcentaje de strikes fue aceptable (63%), y solo el 23.6% de las bases por bolas fueron abriendo inning. Sin embargo, más allá del control, hubo otro resultado que sigue enmarcando una de las principales deficiencias del picheo cubano: registraron sólo un 8.0% de swing fallos con sus lanzamientos, demostrando que aún falta superación para exhibir repertorios más eficientes contra la oposición a nivel internacional.
Aun así, Yuen Socarrás merece todo el crédito por el éxito 5-1 este jueves, una victoria que, después de otra actuación decepcionante de Cuba en eventos internacionales de béisbol, al menos evitó el colapso en el último lugar de la tabla.
Tras admitir una carrera inmerecida por error de Carlos Benítez—perdió un fly del leadoff de Italia, Ricardo Paolini—, remolcada por el holguinero Noel González, quien le bateó de 6-3 a Cuba con par de producidas en el torneo, Socarrás retiró a sus siguientes cinco rivales. A dos outs del éxito, el diestro de los Gallos espirituanos le lanzó un boleto al noveno bate, Andrea Sellaroli, y cañonazo de Paolini colocó par de corredores en circulación para los chicos de Mike Piazza.
Con 126 disparos al pentágono—80 de ellos strikes—, ocho ponches y 6 ¹/₃ innings, el manager Carlos Martí elogió el esfuerzo de Socarrás, pero envió al montículo al diestro granmense Carlos Santana para cerrar el partido. Tres picheos fueron suficientes: Santana le ganó el pulso al segundo bate Vito Friscia, quien roleteó para double play.
¡Fin de la historia!
Después de cinco reveses, al fin volvió a ganar Cuba, aunque la racha de 10 derrotas consecutivas en Rondas de Aperturas en la Semana Beisbolera de Haarlem aún sigue activa.
Sí, duele decirlo, pero hay que aceptarlo: la debacle del béisbol cubano continúa.
(Foto: Guillermo Avilés/Daniele Combi)